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a firma de convenios con Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos de la asignación por hijo anunciada por el gobierno fue, este vez, un nuevo camino allanado por la presidente Cristina Kirchner para disparar a la prensa. Llevando la discusión a la visión política de la medida, pidió “revisar algunos conceptos” y tener códigos que “no sean binorma”. "Leí artículos sobre esto el fin de semana de algunos periodistas. Afirman que subsidios a los pobres es clientelismo y, a los ricos, promoción de la actividad económica. Hay que revisar algunos conceptos. Hay que tener códigos que no sean binorma. Códigos que miramos según quien sea el que lo recibe o según el color de la piel. Sería un esfuerzo y homenaje a mucha gente", dijo la presidente desde Casa de Gobierno, donde firmó el alcance del plan con las provincias de zona centro. Agregó que "sería bueno que como un homenaje a tanta gente que no tiene culpa de no poder tener una capacitación, no sea estigmatizada por el solo hecho de no tener oportunidades". "Es importante ser una sociedad mas equitativa, compasiva, palabras que muchos utilizan pero pocos ejercitan a la hora de titular", afirmó. La jefa de Estado se concentró en aclarar que la tarjeta para que los beneficiarios puedan cobrar la asignación universal por hijo “llegará a los hogares para erradicar el clientelismo”. Sabe que ese es uno de los temores más fuertes que giran en torno al beneficio que, detalló, “a partir del 1 de diciembre cobrarán más de 2.600.000 niños” y “más de 1 millón 400 mil familias, de las cuales más del 50 por ciento no tenían cobertura y ahora la tendrán”. "En todos los bancos públicos y privados se podrá cobrar el beneficio. Junto con este Plan presentamos el de organización de cooperativas y, en ese sentido, se ha hecho un formidable trabajo. Ello exigió una tarea administrativa, de desplazamiento y capacitación. En la primera semana de noviembre, con tarjeta del Banco Nación, cobraron más de 7 mil cooperativistas y, en diciembre, se incorporarán más de 19 mil", dijo Cristina según da cuenta Télam. Excusando al cordobés En el acto de esta tarde se vivió un hecho curioso: el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, llegó tarde y la presidente hasta tuvo que interrumpir su discurso para saludarlo. El cordobés apareció pocos minutos después y Cristina aprovechó para aclarar que "es para que vean que no estamos peleados". Schiaretti "no llegó tarde", advirtió Cristina, "hubo un error con los horarios" y para que no hubiera dudas aseguró "que no tuvo ninguna culpa el señor gobernador".