E
l ministro de Agricultura, Julián Domínguez, y el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, obligarán a exportadores y molinos harineros a pagar "valores justos" a los pequeños productores de Entre Ríos por su cosecha de trigo. Este pequeño parche a favor de los seguidores del combativo Alfredo De Angeli se logró luego de una reunión que duró casi cuatro horas, y que apunta a desactivar la posibilidad de que el próximo martes la Mesa de Enlace decida reanudar las protestas. El acuerdo es muy precario y se selló solamente con representantes de la Federación Agraria entrerriana. Según el mismo, el Estado asegurará que tanto las cerealeras como la molinería adquieran al valor FAS oficial (unos 630 pesos por tonelada, menos flete) y en los próximos 30 días 180.000 toneladas del cereal que todavía están en poder de productores de la provincia, y que hasta ahora no se han podido vender porque directamente no aparecían compradores. Adicionalmente se anunció que el Banco Nación prestará dinero a esos chacareros, por 180 días y al 7% anual, para permitirles contar con capital de trabajo sin necesidad de malvender su trigo. En realidad, ambas medidas ya habían sido acordadas entre Domínguez y De Angeli a fines de noviembre. Pero se materializarán ahora, frente a la amenaza de un nuevo conflicto con el campo. "Por primera vez en cuatro años pudimos dialogar. Durante ese largo tiempo, los productores perdimos el 20% del valor del trigo. No sabemos si este acuerdo va a funcionar. Eso se verá en 20 o 30 días", resumió Jorge Ruiz, representante de la FAA en la reunión con los funcionarios. De Angeli se preservó y desde su provincia siguió metiendo presión. "Entre los productores hay mucha bronca, porque tuvieron una buena cosecha y no hay a quien venderle. Si esto no se resuelve, en enero habrá medidas de fuerza", dijo. El martes, en Buenos Aires, se reúne la Mesa de Enlace. Ya tienen pedidos concretos del dirigente entrerriano y de CARBAP para decretar medidas de protesta. Entre Ríos, por cierto, tuvo una magnífica cosecha triguera, de casi 1,5 millones de toneladas. Pero el trigo en poder de los productores chicos (sólo 60 de los 2.021 que hay en la provincia escapan a esa categoría) es bastante menos, unas 240.000 toneladas. "Los más grandes tienen espalda", argumentó Domínguez, como admitiendo que sea normal que un productor (cualquiera sea su tamaño) cobre menos de lo que corresponde. Ya parece normal. Desde 2007, por obra y gracia de Moreno y sus pactos secretos con los actores concentrados de la cadena, esto fue lo que sucedió con el conjunto de los productores trigueros. Van cuatro cosechas en las que el sector transfiere cifras millonarias a los otros eslabones. El miércoles, sin embargo, el secretario retó a los productores y hasta se ofreció viajar al pago de De Angeli para explicar cuestiones técnicas, siempre que lo convidaran con un asado. Ariel Franetovich, ministro de Asuntos Agrarios de Buenos Aires, participó de la reunión en la sede del Ministerio de Agricultura. Cuando finalizó pidió al organismo igual esmero para atender a los trigueros del sur provincial, que en pocos días comenzarán a levantar una cosecha bastante más abultada que la de los entrerrianos.