L
a verdad que el Hospital Roballos es conocido popularmente con el nombre de “El loquero de Paraná”, en referencia a los pacientes psiquiátricos, y esto no es tabú para nadie. Lo cierto es que los que realmente merecerían ser tratados de “mugrientos” son los responsables de la limpieza de la banquina asfáltica que rodea el psiquiátrico. Es que al lamentable estado alienado de pacientes se suma una visión casi selvática de su entorno, más el riesgo de alimañas y enfermedades por la mugre, que además aprovechan los transeúntes para arrojar entre el yuyal. Así por lo menos se ve en una foto que enviaron a RUMORES.