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uego de varios meses de declaraciones esporádicas, la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) pudo finalmente plasmar en un planteo orgánico del sindicato una postura frente a la situación del sistema educativo entrerriano, y no dudó en calificarlo de “crítica”. Así se pronunció, al término de una extensísima jornada de deliberaciones el plenario de secretarios generales de Agmer, que se reunió en Paraná, y al cabo de lo cual declaró “la crisis educativa en todos los niveles y modalidades del sistema educativo entrerriano; paradójicamente en la conmemoración de los festejos del Bicentenario declarado por el Gobernador como año de la educación”. El planteo central apunta a cuestionar la falta de infraestructura necesaria que permita contener a toda la matrícula: la universalización de la escuela secundaria, que rige desde este año, puso en jaque a una franja importante de escuelas de nivel medio en la Provincia, según las críticas sindicales. A ese dato dato, se suma otro: la instrumentación de la asignación universal por hijo empujó a más chicos a la escuela. El componente educativo de ese plan asistencial prevé que para continuar percibiendo el beneficio todos los hijos deben estar dentro del sistema escolar. Salarios Pero para los docentes hay otro punto sensible. Además de las complicaciones que derivan del déficit de infraestructura en las escuelas, está la cuestión salarial. Al inicio del ciclo lectivo el Gobierno pudo satisfacer medianamente las demandas del sector, y consiguió evitar las protestas con un aumento en dos etapas. En marzo, el salario mínimo de bolsillo pasó de 1.490 a 1.740 pesos, y desde julio próximo, se elevará ese piso a 1.840 pesos. Pero en los últimos meses desde Agmer han reclamado que esa mejora por venir sea “adelantada” con el argumento de que la mejora ya otorgada ha sido “licuada” por la inflación. Hasta ahora, el Gobierno ha desoído ese reclamo sindical. El plenario de secretario general del gremio reiteró el pedido. (Fuente: El Diario)