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as penurias por la falta de agua parecen no tener fin para los vecinos de la zona sur y este de la ciudad. Es que empezaron el año a los tropiezos con el servicio: en marzo se cortó dos veces en el lapso de 15 días por averías en la red principal que alimenta a los dos centros de bombeo ubicados en la zona –Parque del Lago situado en Gazzano y Lola Mora en barrio Policial-. Los problemas dieron tregua sólo unos días, pues el martes se dañó otra vez el acueducto mayor, de 900 mm, que abastece a los dos centros de distribución (Lola Mora y Parque del Lago) y al tanque elevado del Seminario desde la nueva planta potabilizadora. Un nuevo corte ocurrió este jueves por la mañana, después de que personal de Obras Sanitarias municipal detectara una nueva pérdida en el mismo tramo de la red donde se había terminado el arreglo. “En la parte superior del caño, en inmediaciones de la reparación hecha, vimos una pequeña lágrima, del tamaño de la cabeza de un alfiler. Pero en este tipo de caño, por el material y las presiones que soporta, rápidamente esa cabeza de alfiler se transforma en un agujero de dimensiones importantes. Por eso, decidimos intervenir de inmediato”, informó el subsecretario de Saneamiento municipal, Juan José Moreno. Este jueves por la tarde, seguían los operarios trabajando en el fondo de un pozo profundo. Desde el lugar, se informó que ya había concluido la reparación y que enseguida iba a empezar el bombeo. Para la noche, se estimó que se restablecería el suministro. Padecimiento Por la cañería principal (de 900 mm), que tantas averías viene teniendo, llega el agua al 35% de la población. Este jueves, la nueva interrupción del servicio ahondó la queja y la preocupación de los vecinos. “Yo no sé qué hacer. Junté agua en el lavarropas y en botellas; sé que no es lo más higiénico, pero qué voy a hacer”, dijo Verónica, madre de tres niños, desde barrio Municipal. En la zona, estuvieron sin agua durante más de 24 horas, entre el martes y el miércoles. También llevaban este jueves más de 48 horas sin prestación, la gente de Estación Parera. Jorge Abra, titular de la vecinal, informó que desde que se rompió el caño, el martes, están prácticamente sin servicio. En José Hernández, un barrio ubicado a pocos metros de la planta nueva, la falta de agua desvela a los vecinos. Anoche no tenían una gota de agua y así estuvieron todo el día, después del corte del miércoles . “Yo hasta me tuve que higienizar con soda”, relató María Dolores, una vecina de 82 años que era auxiliado por familiares y vecinos con recipientes de agua. En barrio Incone se sufrió con fuerza la faltante: “Tuvimos que salir a comprar agua para cocinar, para lavar y para ponerle a los depósitos del baño”, contó Guillermo, quien criticó el hecho de que aún “no han podido demostrar la eficiencia de las instalaciones nuevas”. Y concluyó, en referencia a las autoridades: “Son unos incapaces”. El barrio San José Obrero no tuvo agua entre el martes y el miércoles, mientras que este jueves todavía salía un chorro muy débil de las canillas, aseveró la vecinalista Carmen Martínez. Una situación similar se vivió en los barrios Vairetti, donde el suministro se retomó con baja presión que no alcanzó a llegar a los tanques. En tanto, vecinos de calle Don Bosco y Almafuerte y Caputto, describieron a esta Hoja, los contratiempos que genera no tener agua y se preguntaron por las nuevas obras –hechas por la Nación entre 2005 y 2008- y por el abultada inversión volcada a esa infraestructura. El arreglo En la reparación de este jueves participó personal de Petroplast, la fábrica mendocina que proveyó de los caños a la empresa Isolux que construyó las redes y centros de distribución. Representantes de la fábrica hizo el laminado en el caño y mostró cómo hacer el trabajo a empleados de Obras Sanitarias. Acerca de las causas de la aparición de la nueva rotura, el subsecretario de Saneamiento dijo que puede haber “un montón de causas”. Mencionó, en el caso de averías en la parte superior de la red, el traslado de la cañería de Mendoza a aquí, la permanencia en la intemperie y la posibilidad de haber sufrido golpes, y también la colocación. En cuanto a las filtraciones aparecidas en la parte inferior de la red, reiteró el efecto que produce el corrimiento del suelo quedando “un pedazo de caño en el aire”, en riesgo de que la gran presión fisure el material. Consultado respecto de si la empresa Isolux hizo estudios de suelo previos al tendido de caños, Moreno dijo: “Entiendo que en su momento lo habrán hecho y la inspección lo habrá controlado. Nosotros lo que podemos ver es lo que ocurre ahora”. (Fuente: El Diario)