F

inalizada la audiencia pública por la suba del boleto, con sus tres sesiones en La Floresta; en el Club San Martín, zona Gazzano; y en el Club Patronato, quedaron resonando las quejas de los vecinos, después de escuchar los argumentos de los empresarios que piden aumento del 60 % y la exposición de los funcionarios municipales. Frecuencias en algunos casos de 40 minutos, coches en pésimo estado, garitas rotas o inexistentes, colectivos repletos en horas pico, coches que dejan en las paradas a la gente a las 6 de la mañana porque ya a esa hora van llenos hacia el centro, dificultad para cambiar las tarjetas o para comprar los pasajes especiales escolares u obreros, fueron algunos de los reclamos que se escucharon. Después de que todo pasó y antes de sentarse a releer las exposiciones de los diferentes actores, el viernes, secretario Legal del Municipio y presidente de la audiencia pública por el boleto, Alejandro Cánepa, adelantó que no se descarta “negar del aumento” lisa y llanamente, o en todo caso “supeditarlo a un incremento salarial” a los empleados municipales. En tanto, el secretario de Hacienda, Eduardo Macri, que representó al intendente durante la audiencia, precisó que de decidirse un aumento, “no va a ser del 60 ni del 30 %”. Análisis Cánepa prometió que el Ejecutivo dedicará a resolver el déficit en las frecuencias. Asimismo, explicó que ahora, finalizada la audiencia, “debe hacerse un acta, generar las conclusiones y elevarlas al Departamento Ejecutivo Municipal”. Luego, “de ello puede llegar a surgir que no haya aumento o supeditarlo a un futuro aumento salarial. Eso lo dijo el intendente (José Carlos Halle) en diciembre, cuando se hizo el primer pedido (de aumento del boleto). En ese momento hubo una definición clara del intendente y también se discutió en las audiencias públicas”, reconoció Cánepa. Halle sostuvo tajantemente en diciembre que no otorgaría la suba si no se aumentaba el salario a los empleados públicos, y lo reafirmó en marzo: “Hay una imposibilidad objetiva” de otorgar un incremento de tarifas si los sueldos no suben, señaló. Ahora la posición parece haberse flexibilizado: “No se descarta” negar el incremento. Por otro lado, Cánepa precisó que ya hubo tres pedidos de aumento de parte de la Agrupación del Transporte Urbano de Pasajeros: “Las empresas solicitaron 29 % de aumento en diciembre, 51 % de aumento a fines de abril, y 60 % de aumento en mayo”, es decir con la audiencia en ciernes. “La escala se ha modificado en función de los sucesivos análisis de costo”, dijo pero aclaró que “la Municipalidad también tiene su análisis de costo con varias diferencias”. Finalmente consideró que “el tema de las frecuencias es un elemento muy importante a trabajar y a tener en cuenta”. Cifras Mientras, el secretario de Hacienda, Eduardo Macri, resaltó el acontecimiento que permitió que “la mayoría silenciosa se haya expresado con mucho respeto y con mucha verdad”. Enumeró después las quejas: “Las frecuencias, las garitas, las tarjetas que se rompen, los pocos lugares donde se venden, el hecho de que los colectivos en los horarios centrales vayan llenos, consecuencia de no poner otro colectivo para redoblar el esfuerzo. El permisionario debe generar una situación para prestar el mejor servicio”, evaluó. Consultado por el tope que pondría la comuna en caso de decidir que es necesario autorizar un aumento del boleto, Macri sostuvo: “No voy a especular con eso porque, digamos, el costo daría 100 % si desaparecen los subsidios el día de mañana, que son una herramienta del Poder Ejecutivo Nacional. Los costos no definen el marco político del poder concedente”. Sin embargo, si se precisa una recomposición, Macri sostuvo que el número “no va a ser ni el 60 ni el 30 %” por sobre el precio actual. “Va a ser un número racional, en la medida de lo justo. Si existe, hay que hacerlo dentro de la racionalidad”, reiteró finalmente. “Imposibilidad objetiva” La posición actual del Ejecutivo que hoy dice que “puede que no haya suba o supeditarla al aumento de los salarios” parece haberse suavizado con respecto a la afirmación que hizo el intendente de Paraná José Carlos Halle en marzo, cuando los empresarios de colectivo pugnaban por empezar a charlar sus pretensiones con el gobierno municipal. Antes de que se realizaran la audiencia (impulsadas en principio por la juventud del ARI) el intendente opinó que había una “imposibilidad objetiva” de autorizar una actualización tarifaria para el servicio de colectivos: el grueso de los usuarios tiene sus sueldos estancados. “No se puede desconocer la inflación, la suba de los insumos, los costos laborales. Pero el tema son los usuarios, si la inmensa mayoría no ha recibido aumento, entonces tenemos una imposibilidad objetiva (de autorizar una suba), por lo menos por ahora”, expresó Halle. El tema –la suba del pasaje– “requiere algún marco de realismo, especialmente con la gente que toma el colectivo. En Paraná los empleados no han recibido aumento de sueldo”, insistió. Jerarquizados denuncian “falta de control” sobre los colectivos La asociación del personal superior de la Municipalidad de Paraná se manifestó contraria al aumento de la tarifa de colectivo, “atento al deficiente servicio que brindan las empresas ante la permisividad y falta de control del Estado municipal, según lo manifestado por los usuarios que lo utilizan como medio para trasladarse a sus lugares de trabajo”, afirmaron. “Estimamos indelegable e ineludible la obligación que le cabe al poder que otorga la concesión de ejercer un irrestricto y eficaz control para evitar así las deficiencias que hoy presenta el servicio”, reflexionaron. “Consideramos inoportuno e inaceptable otorgar el reajuste requerido ya que la mayoría de los que utilizan este medio de transporte son trabajadores que en muchos casos están mal remunerados, como los de nuestro sector en particular, que desde hace más de dos años no hemos tenido una recomposición salarial”, recordaron. (El Diario).-