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as pujas internas en el peronismo de Entre Ríos, que hegemonizan el gobernador Sergio Urribarri y su antecesor Jorge Busti, han impedido que la provincia cuente con un panorama claro respecto al momento y el modo en el que se elegirán las próximas autoridades provinciales y municipales. Con la definición del cronograma electoral empantanada en la Legislatura –por la sencilla razón que ni Busti ni Urribarri la controlan por completo– el Gobernador anunció que dialogará con todos los partidos para resolver el dilema por consenso. Pero, de acuerdo con la ronda de consultas que se efectuó entre las propuestas electorales más votadas de Entre Ríos en los pasados comicios del 28 de junio de 2009, predomina la idea de que el próximo gobernador debe definirse en elecciones separadas de las nacionales de octubre. UCR La posición del radicalismo es conocida hace tiempo. La principal fuerza opositora y columna vertebral del Acuerdo Cívico y Social que se impuso en las últimas elecciones legislativas, quiere comicios provinciales en el mes de septiembre de 2011, separados de los nacionales. La UCR pretende que esa fecha se fije de una vez y para siempre, de modo que el momento en el que se elija gobernador quede a salvo de especulaciones electorales de las mayorías circunstanciales. Esa es la posición orgánica de la UCR, la que votó su congreso partidario cuando avaló el proyecto de reforma política presentado por sus diputados provinciales, donde se fija la fecha de septiembre. No obstante, los radicales se han mostrado dispuestos a consensuar y pueden llegar a inclinar la balanza en una situación de paridad. PJ En el justicialismo –segunda fuerza electoral de 2009– las posiciones están partidas entre el bustismo, que quiere votar en octubre, en simultáneo con las elecciones presidenciales, y el urribarrismo, que en las últimas semanas mantiene una posición oscilante (ver recuadro). Tras haber recibido un revés en el Senado con control oficialista, Busti presentó esta semana un nuevo proyecto para votar en octubre, que desde el miércoles –y en paralelo a la convocatoria al diálogo de Urribarri– buscará consensuar con los bloques políticos de la Legislatura, primero, y con las fuerzas sin representación parlamentaria después. Por resolver Lo que tiene que definirse es, básicamente, si en 2011 se va a elegir gobernador en conjunto con las elecciones nacionales –como ha ocurrido casi siempre en la historia política provincial–, o si se lo va a hacer en forma separada, como pasó la última vez, cuando por iniciativa del entonces gobernador Busti se realizaron elecciones provinciales el 18 de marzo de 2007. Como están hoy las cosas y mientras no se logre reunir consenso para sancionar una ley, la definición de la fecha está en manos del Poder Ejecutivo, que puede optar entre el tercer domingo de marzo, como manda la legislación vigente (Nº 2.988) o resolver adherir al régimen de simultaneidad con las elecciones nacionales, según se lo permite la misma ley, reformada en el año 1961. En suma y según la ley provincial vigente, las opciones serían el 20 de marzo o el 23 de octubre. La 2.988 es una ley del año 1934, cuando los gobiernos provinciales cambiaban de mano en julio y no en diciembre, como ocurre desde 1983 debido al momento en el que se produjo el proceso de recuperación democrática tras la última dictadura militar. Marzo para un cambio de gobierno en julio abría una transición de tres meses; pero en 2007 ese período duró el triple, hasta diciembre. Esta es la principal objeción al mes de marzo: una transición tan larga perjudica tanto al gobierno que se va como al que viene. La mayoría de los partidos prefiere votar separado de la Nación. Pero para hacerlo en una fecha que no sea marzo, la única manera es a través de una ley. Para que una ley prospere, necesita de un consenso que hoy no existe. Eso es lo que buscarán esta semana, por separado, Urribarri y Busti. Oscilaciones El gobernador Urribarri busca consensuar una fecha electoral. Pero si hay algo por estas horas incierto es la posición oficial en este asunto. El mandatario tiene para sí que nunca expresó públicamente su preferencia. Sin embargo dejó actuar, y mucho. No hay espacio aquí para desarrollar los argumentos políticos del caso, pero el Gobierno pasó en el último mes de impulsar la fecha de marzo, a reconsiderar la simultaneidad en octubre para, en los últimos días, darle aire a la posibilidad de una elección separada a mitad de camino, quizás en julio de 2011. La idea de la elección separada prende como una manera de desarticular el argumento que pone Busti para evitar la interna del PJ y presentarse directamente en la elección general: sin simultaneidad no está en el medio Néstor Kirchner, que en el relato bustista es el que pone las “trampas”. Con elecciones separadas, la legislatura provincial es la que fija las “reglas claras” que reclama el ex gobernador. El mes de julio de 2011 es el más lejos posible en el tiempo, dado que en agosto están las primarias (o internas abiertas simultáneas) en la que los partidos definen sus candidatos para las elecciones nacionales de octubre. Con generales provinciales en julio, las internas para gobernador, diputados, senadores, intendentes y concejales serían en mayo. (Pablo Bizai, El Diario).-