E
l motivo de esta carta es para trasmitirles a todos los lectores el estado degradante en el que se encuentran los servicios de emergencias siendo imprescindibles para la comunidad. El 15 de agosto de este año, Ester Teresita Brutten de Cáufero, de 69 años se descompensó. Rápidamente se llamó a un par de servicios de emergencias, quienes le respondieron que” por no ser socia no podían atenderla”. La ambulancia del Hospital, tampoco asistió por estar en un traslado y la de bomberos podía ir pero con demoras. Por las demoras y el estado de gravedad la familia decidió trasladarla por sus propios medios, en el trayecto se cruzaron con la ambulancia de los bomberos, la asistió un enfermero y diagnosticó que era un coma diabético. Al llegar al hospital, ya avisado de que llevaban una emergencia, se encontraron con que no había nadie para los primeros auxilios. Los familiares golpearon la puerta en reiteradas oportunidades ya con la enferma desvanecida. Con todo lo sucedido y el tiempo perdido a las 2:00 horas fallece en la puerta del hospital producto de un paro cardíaco. Nos preguntamos ¿si todo hubiera funcionado correctamente Ester, estaría viva? ¿Cómo puede ser que el Hospital tenga una sola ambulancia? Los familiares nos sentimos destrozados por lo ocurrido y por no haber recibido respuestas de quienes deberían estar al servicio de la comunidad. Familia Cáufero.