D
e la redacción de INFORME DIGITAL Los estudiantes, padres y docentes de la escuela Centenario denunciaban las precarias condiciones en las que se encuentra el histórico edificio. La solución no se hizo esperar, el gobierno decidió trasladarlos a un establecimiento cercano a calle Gregoria Matorras de San Martín y Azcuenaga y sin embargo, con el remedio fue que vino la protesta airada. Toda la comunidad educativa quiso quedarse y pelear por una solución que ellos consideraban mejor. Y fue así que desde el Estado provincial propusieron construír un nuevo edificio justo frente a donde se encuentra el actual –en avenida Alameda de la Federación- donde actualmente se encuentra el Taller Antequeda –que se mudaría a Bajada Grande-. Aceptación Esta medida fue aceptada por aquellos que se oponían al traslado, pero no quieren moverse “hasta que nos entreguen las llaves del nuevo edificio”; y fue por ello que el gobierno debió nuevamente pensar en una solución, en algo que haga posible que los alumnos y docentes tengan una estadía acorde a un ámbito escolar hasta estrenar el nuevo establecimiento. Las aulas móviles Luciano Mendiburo, presidente del Centro de Estudiantes de la escuela, confió a La Red (FM 103.9) que “mientras se esté construyendo el edificio nuevo seguiremos en este, en aulas móviles donde se generará una rotación para que todos tengan clases de igual manera”. Las aulas móviles, dijo el alumno, “estarán en el gimnasio de la escuela, así que cuando se refaccionen las aulas de la planta baja, las mismas las clases se dictarán en el gimnasio y así cuando suceda lo mismo con la planta alta”. Según les dijeron desde el Estado a toda la comunidad educativa, las aulas “son paneles desmontables que tienen todas las comunidades de una habitación, con divisiones de durlock y una instalación eléctrica con caños que es totalmente segura”, confió Mendiburo.