U
n niño de siete años ingresó el miércoles al hospital materno infantil San Roque, de Paraná, luego de ser mordido, en distintas partes del cuerpo, por un perro dogo, en el barrio Los Arenales. El chico ingresó a terapia intensiva donde fue compensado y hoy está siendo operado por cirujanos plásticos para lograr la reconstrucción estética del rostro y tórax. Según los médicos que atendieron al menor, las heridas fueron en tejidos subcutáneos que se pueden corregir y no afectaron órganos vitales ni la vista. Testigos indicaron que el chico paseaba en bicicleta cuando fue atacado por el perro que estaba junto a su dueño, quien no lo pudo controlar. Javier Garberi, médico cirujano del hospital San Roque, indicó que el cuadro del niño no reviste gravedad, aunque habrá que esperar la evolución de la reconstrucción para ver si quedan cicatrices. En cuanto a las secuelas psicológicas indicó que el apoyo profesional es fundamental en estos casos, sobre todo por la edad del paciente. “Hay que tomar conciencia de la peligrosidad de este tipo de perros, por más que estén bien criados, ya que son de razas de ataque”, reflexionó respecto a la responsabilidad de los dueños de animales potencialmente peligrosos. (LT 14).-