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��No voy a hacer declaraciones sobre el hecho, sólo confirmo que se le tomó declaración a las dos menores. Seguiremos investigando este hecho grave y por los datos somos optimistas”, explicó anoche el juez Román Sainte Marie, luego de que le tomara declaración testimonial a las dos hijas de Pedro Ruiz y Alejandra Clivio. De esta manera quedó en el más absoluto hermetismo de la causa judicial si una de las menores confirmó o no la versión dada por otro familiar, que indicaba que el crimen del trabajador jerarquizado fue pergeñado por una de las dos. Un familiar directo de la viuda de Pedro Ruiz, confió que en la noche del miércoles se produjo una situación límite en el seno de la familia Clivio. En la información se hizo la aclaración de que una de las hijas habría admitido ser responsable de la organización de un susto hacia el padre, pero el problema sería que el responsable de efectuar la venganza se pasó de “revoluciones”. Estos dichos habrían provocado en la madre un shock emocional que la llevó a advertir a los presentes que ella se haría responsable, para de ese modo salvar a la hija. El familiar que confió la información indicó que están destrozados y conmocionados “porque a lo grave que es que hayan asesinado a Pedro Ruiz, se le suma la terrible situación de que alguien del núcleo familiar tendría que ver”. “Para mí a la nena y a la madre les lavaron la cabeza, les hicieron un trabajo de secta y de manipulación que terminó en todo esto”, estimó compungido un tío por la incómoda situación en que se encuentra, aparentemente, la sobrina. “No sé y no quiso decirnos más, pero se ve que alguien de su amistad podría haber sido el responsable de todo esto”, explicó casi desconsolado. En esa situación recordó que Alejandra Clivio hace un tiempo denunció a Ruiz por aparentes situaciones de violencia y si bien se confirmó que estaban distanciados, se cree que esto podría haber sido el detonante del enojo de una de las hijas. Ruiz fue asesinado el lunes a la madrugada en el interior de su casa de Ituzaingó 80 de Paraná. Por el hecho se comenzó a investigar a la viuda, a un amigo, el manosanta y ahora se trata de establecer si está comprometida o no una de las hijas. (UNO)