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a movida fue seca y a tres bandas. Con el sello de su autor. En público anunció su separación de la mesa de conducción del Peronismo Federal para sacarse de encima el peso de figuras poco populares. Reservadamente negoció con el kirchnerismo de Santa Fe para disputar juntos la gobernación, convencido de que por separado volverían a perder frente al socialismo. Y en total silencio, pero sin ningún apuro, reactivó sus evaluaciones sobre la conveniencia de presentarse a disputar la presidencia el próximo año. Un Carlos Reutemann clásico. Los tres movimientos tienen un denominador común: ganar autonomía política para ubicarse delicadamente en la delgada línea que separa al oficialismo de la oposición. Sus laderos aseguran que de ningún modo se unirá al kirchnerismo. Pero él también expresó que no quiere hacer una oposición furiosa. Entiende que, tras la muerte de Néstor Kirchner, ese es su lugar de construcción política. La decisión de apartarse de la conducción del PJ Federal respondió a su profundo desacuerdo con los posicionamientos de ese grupo. Estaba molesto por varios motivos que en el fondo se resumían en su disgusto con el hecho de que un grupo de políticos que él considera más desprestigiados, entre los que ubica a Juan Carlos Romero, Ramón Puerta, los hermanos Rodríguez Saá y, en alguna medida, también Eduardo Duhalde, le impusieran una dinámica que no sentía propia. Quería armar algo menos vetusto. Felipe Solá, Francisco de Narváez y Mario Das Neves aprovecharon la movida para seguirlo y también rejuvenecer políticamente. Después de apoyar sus planteos, ese grupo recibió en los últimos días llamados del propio senador para ver cómo seguir. No piensa armar una escisión del PJ Federal, pero tampoco se va a aislar. “Aunque no es de convocar, él sabe que puede aglutinar”, explicó a este diario uno de los tres referentes que lo siguieron en su fractura de los disidentes. Mientras esto ocurría, Reutemann dio la venia para que sus hombres en Santa Fe avanzaran en conversaciones con el ala kirchnerista, capitaneada por el jefe de la bancada de Diputados, Agustín Rossi. La idea que se esbozó en conversaciones reservadas en Rosario y en Santa Fe consiste en competir en una gran primaria peronista, cada sector con candidatos propios, pero con la intención de enfrentar juntos al socialismo una vez que esté saldada la interna. “No hay posibilidades de ir con un candidato de consenso (se había hablado de Rafael Bielsa u Omar Perotti, pero se descartó porque eran muy kirchneristas). Debemos demostrar que somos distintos. Pero no podemos ser tan necios como para no visualizar que si no nos unimos, volvemos a perder”, explicó a PERFIL un operador del Lole. El senador ya les dijo a Jorge Obeid y a Ricardo Spinozzi, sus hombres con más chances, que se preparen para competir. Al final de la secuencia habría un solo candidato peronista a la gobernación. Reutemann habilitó las conversaciones porque sabe que cualquier proyecto para 2011 comienza con la recuperación política de su provincia. En este sentido, la alianza con el kirchnerismo es táctica, es el primer paso indispensable si quiere aspirar a la presidencia. También es cierto que un acuerdo sería muy bienvenido en el Gobierno, en donde creen que al ir juntos tienen chances de ganar Santa Fe y lograr un apoyo en una provincia muy adversa tras la crisis del campo. Por eso nunca criticaron directamente al Lole y siempre dejaron un puente abierto a través del operador K Juan Carlos Mazzón. Quien no está del todo entusiasmado es Agustín Rossi, que es reticente a acordar con un sector que durante la crisis del campo no pagó ningún costo político por defender al Gobierno y que ahora, a nivel nacional, probablemente tampoco lo haga. “Nosotros vamos a seguir marcando nuestras diferencias en el Congreso cuando tengamos que hacerlo. No vamos a votar el Presupuesto ni los superpoderes”, anticipó una legisladora del reutemismo. A través de este sinuoso camino entre oficialismo y oposición, el senador santafesino cree que puede atravesar la actual convulsión y llegar a marzo de 2011, para cuando tomará la decisión final sobre si debe competir por la presidencia. “Es cierto que ahora hay un escenario más favorable para su postulación. En todo caso, al irse de la conducción del PJ Federal, está en un lugar más cómodo para tomar la decisión”, confió a este diario una fuente muy cercana al Lole. No ven ningún margen para compartir cartel con Cristina, pero sí para ser la prenda de unión de gran parte del peronismo si por alguna razón la Presidenta no aspira a la reelección. (Fuente: Perfil)