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ay un sector de la Casa Rosada que dice guardar, bajo siete llaves, los nombres y apellidos de los legisladores que se ofrecieron a levantar la mano a cambio de “prebendas”. La estrategia es que el supuesto pago de sobornos que denunció la oposición se convierta en un boomerang y que el tema, antes de explotar, se congele. La titular de la Comisión de Asuntos Constitucionales, Graciela Camaño (bloque peronista), citó para el miércoles a las diputadas Cynthia Hotton (Valores para mi País) y Elsa Alvarez (UCR). Son las dos que ventilaron en público que recibieron llamados de funcionarios que intentaron convencerlas de ausentarse del recinto a la hora de la votación del Presupuesto, el miércoles pasado. Las legisladoras prometieron revelar en esa reunión quiénes fueron los intermediarios que les ofrecieron “comprar” sus votos. Hay en total unos 12 diputados que habrían atravesado situaciones similares. Las miradas del arco anti K apuntaron al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, y a un aliado que está de regreso con el oficialismo, el diputado Juan José Alvarez. Sin embargo, desde el kirchnerismo calificaron las denuncias de falsedades y criticaron con dureza a Elisa Carrió, que habló de un Pacto de Olivos II entre el radicalismo y el oficialismo. “Es una cacatúa”, graficó Fernández. Entre los legisladores que habrían ofrecido su voto a cambio de dinero estarían varios peronistas. “Si Camaño se pone dura y empieza a armar revuelo con esto, nosotros vamos a mandar al frente a los que se ofrecieron”, explicó. La polémica empezó el miércoles a la noche, cuando el oficialismo intentó aprobar el Presupuesto que envió Cristina Fernández al Congreso, sin cambiar ni una coma. En principio, el kirchnerismo consiguió el quórum para sesionar, con la presencia del radicalismo, de PRO y del socialismo. Pero Claudio Lozano logró imponer su voluntad cuando planteó la moción de orden para que se votara el regreso del proyecto a la comisión. En ese momento, llamaron la atención la ausencia de seis diputados de PRO y ocho del radicalismo. El propio jefe del bloque macrista dijo en el recinto que había ausencias que no podía explicar. Y se desató el escándalo. Otra fuente del oficialismo contó que la idea del bloque de diputados es poner en el freezer el asunto de las coimas y obligar a la oposición a votar el Presupuesto, para que quede en evidencia la voluntad del arco anti K. Quieren que se trate en comisión el miércoles para volver al recinto la semana siguiente. Habrá que ver si las denuncias cruzadas paralizan la polémica por las coimas o la agigantan. (Fuente: Perfil)