T
ras las traumáticas elecciones internas, la CTA quedó al borde la ruptura. Pablo Micheli, titular de ATE, anunció que creará una nueva central obrera. Micheli respondió con la ruptura al secretario general saliente de la CTA, Hugo Yasky, quien lo convocó a definir la fecha para completar las elecciones generales de la central sindical, en la cual ambos fueron candidatos, debido a que la votación de varios distritos fue observada por un tribunal arbitral. Micheli hizo el anuncio luego de que Yasky le propusiera que las elecciones complementarias para definir la nueva conducción de la CTA se hagan el 7 ó 9 de diciembre próximo, y le diera un ultimátum para llegar a un acuerdo este viernes. Micheli acusó a Yasky de ubicar a la CTA cerca de la CGT , vinculada a Hugo Moyano y al Gobierno. "La intransigencia de Micheli de dar por terminadas las discusiones implica avanzar en la fractura de la CTA", advirtió Yasky. En tanto, Micheli afirmó: "Yasky quiere convocar a las elecciones para poner a bandas nuevas que provienen de gobernadores oficialistas y de la CGT". Enseguida, Yasky le respondió y calificó como "un verdadero delirio" la intención de Micheli. "Yo no creo que Micheli tenga mandato de toda su organización ni de las demás organizaciones para irse por afuera de la CTA", dijo. "Es un verdadero delirio, algo totalmente personal y es una actitud, la de Micheli, propia del sindicalismo que tanto critica. Micheli se niega a votar", agregó. La CTA está acéfala porque en las elecciones del 23 de septiembre último no se definió el ganador entre Yasky, que buscó la reelección y Micheli, a raíz de las irregularidades que hubo en algunos distritos, donde deberá votarse otra vez. Hasta ahora Micheli aventajaba a Yasky por unos 11.500 votos, según los datos oficiales, mientras que los empadronados que deben volver a votar son unos 200.000.