Domingo 28 de noviembre de 2010
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Paraná
Otro verano sin playas en Paraná
El bajo nivel del Paraná y las escasas previsiones de lluvia para el período estival apremian y fuerzan nuevas alternativas para garantizar espacios de playa habilitados para los bañistas.
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En el Thompson si van a comenzarán a refular.

E

l marcado y abrupto descenso del río obligó al Municipio a retirar el boyado que habían colocado hace 15 días atrás en los balnearios municipales. La determinación se adoptó como medida preventiva, mientras analizan alternativas para sortear este inconveniente y ofrecer nuevas opciones para que paranaenses y turistas puedan acceder a espacios públicos de recreación durante el verano. La directora general de la Unidad de Espacios Ambientales y Turísticos de la Comuna, Amalia Ferreira, confirmó la intranquilidad oficial por esta situación que no esperaban, ya que las proyecciones de Prefectura y el Instituto Nacional del Agua daban cuenta de un nivel sostenido, “pero todo se complicó con el descenso pronunciado y repentino del río”, admitió. En ese sentido, precisó que la marca estaba en los 2,50 metros y actualmente no supera los 2,16. “Lo que estamos haciendo es tener paciencia mientras esperamos la primera semana de diciembre para refular arena y ampliar al menos una de las playas”, adelantó. Las dos playas públicas de la ciudad presentan condiciones y características diferentes que obligaron a adoptar medidas disímiles. En el balneario Parque, se retiró el boyado debido a la cercanía del canal de aguas profundas, por lo que, de acuerdo a las previsiones de los expertos para este verano, es difícil que las boyas vuelvan a ser colocadas. “Por más que ideemos alternativas, es imposible habilitar la playa nuevamente porque hay un problema en el terreno”, explicó la funcionaria. En ese lugar, la barranca impide rellenar, sobre todo, porque con el correr de los años el río ha ganado espacio y actualmente la barranca está a menos de medio metro de donde se habían dispuesto las boyas. “Por precaución las retiramos, y a la vez incorporamos más guardavidas para extremar los controles en la zona”, subrayó Ferreira. Los guardavidas están trabajando desde septiembre. Hay seis en el balneario Parque y otros seis en el Thompson y los fines de semana suman personas. Asimismo, Ferreira destacó que colocaron nuevas duchas para las personas que de todos modos concurren a tomar sol y pasar el día. En el Thompson les iría mejor Este nuevo escenario potencia las ventajas y virtudes del balneario Thompson. Aquí las expectativas son más alentadoras. Si bien retiraron el boyado y deshabilitaron la playa, durante la primera semana de diciembre comenzarán a refular; instancia que, al menos, les posibilitará volver a ponerlo a pleno. “La zona está bien, y el agua y la arena están en muy buenas condiciones, por eso agregamos duchas (ahora hay 20) y sombrillas, porque la concurrencia de gente es muy grande”. Antes del 15 de diciembre pretenden tener habilitada nuevas playas de ese complejo. En el Thompson hay alrededor de 400 metros de playa y aspiran habilitar al menos 200 metros, entre un parador y el otro, que quedará habilitado la semana que viene. La idea es dejar un margen importante de playa que le garantice a la gente poder bañarse. “Trataremos de colocar un boyado para que haya poco más de medio de metro de profundidad”, apuntó.
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