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altando casi una semana para que se cumpla un mes del asesinato del funcionario del Concejo Deliberante de Paraná, Pedro Ruiz, se puede considerar que hasta hoy todos han sido avances en la tarea investigativa. Tarea que poco a poco va consolidando la hipótesis de que pudo existir una planificación del homicidio y que no habría estado ajeno su entorno familiar. Hace pocos días se hablaba del secuestro de un cuchillo y algunas prendas, como procedimiento novedoso. Cabe aclarar que el cuchillo en cuestión y un pantalón, entre otras cosas, fueron los elementos que se secuestraron dos días después del homicidio, en un allanamiento realizado en calle Alsina. En la finca en cuestión vive un albañil, con supuestos dotes de curandero, que mantenía una relación muy estrecha con la mujer de Ruiz y con otros integrantes de la familia. Lamentablemente, las pericias de rescate de ADN que se encomendaron sobre esos elementos, a los que se les habría detectado signos de la existencia de sangre, no pudieron realizarse por el escaso material con el que se contaba. Prueba Pero otro de los trabajos que eran aguardados con ansiedad eran los cruces telefónicos entre los aparatos utilizados por integrantes de la familia de Ruiz y otros actores de su entorno. Los resultados del informe echaron por tierra aquella versión de que todos estaban durmiendo cuando la mano asesina clavó un cuchillo en el cuello de la víctima. Al menos, un teléfono de alguien que convivía bajo el mismo techo estuvo muy activo durante toda la madrugada y los intercambios de llamadas se daban entre este aparato y el de una de las personas mencionadas en el expediente y que también tuvo que entregar pertenencias al ser allanada la finca en la que vive. Al margen de todos los comentarios extraoficiales,se buscó la confirmación de los avances a través del diálogo con el querellante en esta causa, doctor Marcos Rodríguez Allende, quien detalló: “con la incorporación de nuevos elementos probatorios, que nos ha proporcionado la Dirección de Inteligencia Criminal, apreciamos con mas claridad lo que pudo haber ocurrido en el entorno de Ruiz desde horas antes del homicidio. Evidentemente –continuó el abogado– la hipótesis que se viene afirmando, la de las sospechas de participación del entorno familiar es la que más se acentúa. Llama poderosamente la atención que durante toda la madrugada en la que muere Ruiz se produjeron numerosas llamadas de un teléfono móvil familiar a otro número de uno de los sospechosos allanados y una de las últimas comunicaciones es la que recibe desde ese aparato el Comando Radioeléctrico, donde se pone al descubierto el asesinato”, mencionó el letrado. Rodriguez Allende amplió al respecto que “además, todo esto de las llamadas, está reforzado con el hallazgo de algunos mensajes de texto en los cuales se puede deducir con claridad que se intentaba planificar u organizar algo contra Ruiz”. Entre los mensajes de texto, versiones que trascendieron dan cuenta de que en uno de ellos se habría logrado leer una promesa de pago por el “trabajo” si era efectuado antes del día martes. “Todos estos elementos, sumados a valiosas declaraciones testimoniales que se han recolectado a través de la División Homicidios, me lleva a adelantar como querellante que son suficientes como para solicitar el llamado a indagatoria a los que considero son algunos de los reponsables de este ilícito, entre los que pueden existir autores materiales e intelectuales”, agregó. Comparaciones Mientras tanto, tareas periciales avanzan paralelamente, investigando algunas huellas de pisadas con manchas de sangre que se levantaron de la escena del crimen, para ser comparadas en su estructura morfológica con las suelas de calzado que oportunamente fue secuestrado para este fin. Finalmente, el querellante se mostró convencido de que “evidentemente algunas declaraciones que oportunamente fueron escuchadas por los investigadores, vertidas por algunos de los más cercanos a la víctima no coinciden con la realidad que hoy nos están mostrando las pruebas tecnológicas”. Un dato interesante para tener en cuenta es que por un lado se escuchan versiones, especies periodísticas, y hasta el desarrollo de una historia que va de la mano del imaginario popular y por otro lado, la historia que va desarrollándose dentro del expediente que instruye el juez Román Sainte Marie, en el cual, aparentemente, muchas de las cosas que se ventilan no estarían plasmadas. Ocurre que quienes potencialmente son considerados sospechosos, por cuestiones estratégicas de la investigación, no son llamados a dar su testimonio. Y para indagarlos se los debe imputar, y para que esta medida ocurra deben existir elementos suficientes que justifiquen el inicio del proceso. Es la primera vez desde que se abrió la investigación, que el querellante admite que ya existen esas posibilidades. (Mauricio Antematten. El Diario).-