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e la redacción de INFORME DIGITAL Pese a que muchos dirigentes que en los ´70 fueron parte de Montoneros hoy apoyan o integran el gobierno de Cristina Fernández, el fundador de Guardia de Hierro, Alejandro “Gallego” Álvarez –históricamente enfrentado con ese sector- recorre el país organizando las Comisiones de movilización del movimiento nacional dando su respaldo al proyecto kirchnerista, que considera “la continuación de la revolución nacional”. En una entrevista con INFORME DIGITAL habló este tema y muchos otros temas de la realidad política nacional y provincial, el lugar que tienen y piensa que deberían tener los jóvenes en la política, Kirchner, Cristina, Duhalde, Urribarri, Busti, el Peronismo Federal y el kirchnerismo. Sin pelos en la lengua, Álvarez contestó a cada una de las preguntas. - ¿Qué lo trae por estos lugares? - Vine a visitar a los compañeros de Paraná, los que han acompañado las acciones que desarrollamos en varios lugares del país. - ¿Cuáles son esas acciones? - Nosotros estamos desarrollando las Comisiones de movilización del Movimiento Nacional, esto en apoyo del gobierno nacional. Ese apoyo no es el apoyo a personas sino a proyectos, al desarrollo de lo que está en curso en la Argentina que es la continuidad de la revolución nacional. - ¿Y quién lleva adelante la revolución nacional? - Ya lo ha hecho, ha empezado. El hecho de que no sea grandilocuente ni despampanante no significa que no ocurra. Por el contrario, ocurre más en el silencio y en la legislación que en los discursos. En los hechos más que en las palabras. - ¿Le pesa ser el fundador de Guardia de Hierro? - No Después de varios “no” consecutivos, Álvarez corre el eje de su trayectoria política y lo pone en una palabra que repetirá varias veces a los largo de la entrevista. - ¿Qué sensación le genera? - Sólo ocurrió. Los que no comprenden cómo ha sido ese proceso y este proceso en particular, que es más difícil todavía de comprender, piensan que eso es una cosa extraordinaria, rara o mitológica o cualquiera de las acepciones de lo que es excepcional. Y no es excepcional; es una cosa normal, ocurrió en la Argentina en el marco de un proceso donde han ocurrido infinidad de estas cuestiones. - ¿Dónde se encuentra el Gallego Álvarez, fundador de Guardia de Hierro, hoy, en coincidencia con un proyecto que fue antagónico en los años ´70? - ¿Cuál fue el proyecto antagónico? - Hablemos de guardianes y hablemos de Montoneros - No, pero Montoneros han desaparecido, jamás existieron. Yo no digo esto para reírme o para producir una especie de reacción en quién lo mira, sino que me estoy refiriendo a que de todo lo que se dijo, lo que se intentó decir en ese proceso de ellos, los Montoneros no han hecho nada. Por ejemplo, yo sé que no han disparado un solo tiro, todos esos tiros los dispararon las Fuerzas Armadas, que fueron quiénes crearon los Montoneros. ¿Usted cree que los creó el peronismo? Hay que estar imbécil para creer eso o aceptar la mentira infernal que ha envuelto a la Argentina durante 40 años. - ¿Qué fue Kirchner? ¿Fue Montonero? - No, fue un banquero pequeño, en Río Gallegos, abogado, y un hombre que intentó comprender una cosa que sería muy bueno que muchos lo intentaran, se alcance o no se alcance. Lo importante es que lo intentó, intentó comprender al movimiento nacional y al pueblo argentino y abarcarlo, satisfacer las necesidades fundamentales de nuestra gente y eso es lo que fue Kirchner. - Lo está comparando con Perón - No, Perón estuvo 10 años en el poder, 18 en exilio y luego otros dos años en el poder. Es absolutamente incomparable, pero también es incomparable con cualquier otro ¿Por qué hay que entender esto como una comparación? Yo le voy a decir porqué y discúlpeme: porque conciben sólo como contradicción cualquier presencia, insólita o no, importante o no, porque sólo la pueden comprender a través del viejo Hegel hasta que llega el momento como ahora vivimos en la contradictio absurdum que dirían los latinos. Kirchner es Kirchner, pero no es Perón. Cristina es Cristina. Nada de esto está confundido, independientemente de que hay un curso amplio, ancho, que es el curso de la historia argentina donde están todos presentes y está en una misma línea histórica, diría el general Perón. - ¿Usted forma parte del kirchnerismo? - No, yo soy peronista - ¿El kirchnerismo no es peronista entonces? - No, el kirchnerismo es kirchnerismo, no sé que es, porque la primera que rechaza ser kirchnerista es Cristina Fernández de Kirchner. - ¿Por qué? - Porque es absurdo intentar insertar una palabra como esa en el seno del movimiento nacional que ya es, no que está por ser. Lo que ellos han hecho, tanto Néstor como ella, es adaptarse a esta corriente, a este río histórico que es la vida del pueblo argentino. - ¿Qué hubiese dicho Perón de este momento de la Argentina? - Perón hubiera estado de acuerdo, totalmente. Es más, lo que hubiera hecho sería empujar para que fuera más adelante, porque el sabía los límites que tiene el desarrollar una revolución en paz. - ¿O sea que Perón hubiese apoyado en este caso la reelección de Cristina? - Por supuesto, ¿cómo iba a estar en contra de nuestra gente? Es absurdo, ¡va a estar en contra de lo que el pueblo piensa y quiere! ¿Qué va a pasar con esta elección? Cristina gana caminando. Entiéndanlo de una vez, aunque no haga campaña. Es más, si se pone en contra de ella misma igual gana. - ¿Y Duhalde y demás no son peronistas? - ¿Qué cosa? - Duhalde ¿no es peronista? - No entiendo bien –repite con ironía. - Duhalde, Eduardo Duhalde - No sé quién es - Scioli - Scioli va a ser gobernador de la provincia de Buenos Aires de nuevo. - El Peronismo Federal - El Peronismo Federal acaba de ser enterrado debajo de la tumba de Kirchner, adonde lo llevó él. Lo destruyó, maestro ¿no se da cuenta que no hay nada llamado Peronismo Federal, nada? - ¿Y cual es el destino de la UCR? - Yo creo que ese destino ya fue, que no se puede hablar de futuro, de una cosa que no tiene futuro, no hay más hilo en el carretel. - ¿Se apuesta a la gente joven? - No es que se apuesta a la gente joven, la gente joven ha apostado al movimiento, que no es lo mismo. Y todos aquellos que dicen: `no, yo apuesto a los jóvenes´, que cierren la boca con los jóvenes. Son incapaces de entregarles a esos jóvenes mismos el poder que ellos retienen, que es lo que hay que hacer ahora, no después. Y esto los asusta terriblemente, a todos los tramposos en principio. En ese momento, Álvarez mira por la ventana hacia la Casa Gris, pero aclara: “no había ninguna alusión, simplemente me llevó la vista de un balcón como este”. - Bueno, mire que en la Casa de Gobierno está Urribarri, que está con el proyecto de Cristina. - Si, ya lo sé. - ¿Entonces, corrige su seña o la mantiene? - No, yo la mantengo. El que la tiene que corregir es él. - ¿Urribarri está mal entonces? - No, está bien, pero tiene que corregirla para seguir estando bien - ¿Y Busti que está en contra? –ante la pregunta Álvarez, con desdén, simula no percibir con claridad las palabras, obligando a repetirla en varias oportunidades. - No sé quién es –ironiza-. Creo que es otro, un episodio terminado en Entre Ríos y la Argentina. Lo caótico que es enemigo del orden, de todo orden. Y yo no digo de “el orden” porque me refiero, citando a Marx –al partido del orden-. No no. Digo orden porque sin orden es imposible la vida social. Un orden porque sin orden es imposible la vida social. Un orden debe haber, cualquiera, en principio de la teoría, desde la realidad política aquellos que están en condiciones de hacerlo impongan como orden, pero debe hacerse. - ¿Quién lo acompaña? - Dos compañeros: Gonzalo que es abogado y Alejandro - ¿Ustedes que sienten cuando están con Alejandro Álvarez? - Yo siente un orgullo de pertenecer al movimiento, que tiene que ver con la Argentina misma y con el pueblo argentino y también una tremenda responsabilidad pero no tiene que ver con el sufrimiento de un sacrificio sino una responsabilidad que me libera por el hecho de saber que puedo hacer política en el pueblo argentino. - Yo particularmente siento estar en presencia de un pedazo de historia viva en la Argentina, que por ahí muchos tienen algún temor de enfrentarse a personajes de esta magnitud pero creo que sobre todas las cosas una persona a la que podemos mirar y seguir los caminos ya andados por ellos mismos. - ¿Qué le gustaría que diga en el epitafio de su tumba? - No pienso en eso, porque a mí no me corresponde el epitafio. Es un problema de los demás, no de uno. Uno sólo se muere. - La definición de Alejandro Álvarez - Sería un soberbio. Yo soy un militante, nada más. Es lo que sido toda mi vida.