L

uego de las duras críticas que generó internamente el acuerdo que la UCR cerró hace una semana con el Partido Socialista, los radicales preparan un congreso provincial con el propósito de fortalecer políticamente al denominado Frente Progresista Cívico y Social de Entre Ríos. El congreso partidario, que se reunirá el sábado en la ciudad de Villa Elisa, lejos del caliente escenario político de Paraná, no modificará el contenido del acuerdo con los socialistas, que implicó a la UCR ceder el primer lugar en la lista de candidatos a diputados provinciales y el segundo de la lista de diputados nacionales, dos bancas con las que el Frente se quedará aunque pierda las elecciones. No es que el congreso, como órgano máximo del partido no posea atribuciones para modificar un acuerdo firmado por la conducción partidaria. Lo que ocurre es que, para que ello ocurra debería reunir los dos tercios de los congresales, algo imposible en el contexto político interno, dominado por el sector que impulsa la candidatura a gobernador de Atilio Benedetti. Es que el congreso anterior, realizado el 7 de mayo en Paraná, facultó a su Mesa y al Comité Provincial a cerrar el acuerdo. De este modo, lo que firmaron el lunes anterior entre la UCR y el PS estuvo dentro de las atribuciones delegadas por el congreso y sólo puede ser modificado por una mayoría especial del propio congreso. Los sectores que esta semana presentaron críticas al acuerdo con el socialismo fueron los mismos que en el congreso del 7 de mayo en Paraná plantearon –en minoría- que los lugares a compartir en las listas debían ser aprobadas por otra reunión del máximo órgano partidario: Arturo Vera (que se retiró enojado cuando se empezó a votar sin considerar su postura), Fabián Rogel, Miguel Rettore, a los que se sumaron luego con sus declaraciones críticas el presidente del bloque de diputados, José Miser y el intendente de Maciá, Ricardo Troncoso. En el congreso anterior estuvo también dentro de esta posición el ex senador Hugo Lesca, que a diferencia del resto guardó silencio la última semana. En el oficialismo lo cuentan como un aliado. Distrito único. Es voluntad también del oficialismo partidario plantear una reforma al sistema de armado de la lista de diputados provinciales. Para eso debería el congreso reformar la carta orgánica del partido, que dispone que los primeros cinco lugares de la lista se integran por distrito único (no importa la procedencia geográfica del postulante) y del sexto en adelante se ordenan por departamentos, según la performance obtenida por cada distrito en la anterior elección. De acuerdo con esos resultados, del sexto lugar en adelante deberían ir candidatos de los departamentos Gualeguay, Federal, Federación, Gualeguaychú, Diamante, Paraná Campaña, Tala, en ese orden. Lo que se quiere hacer es que no se repitan candidatos de los primeros departamentos dentro del distrito único. Por ejemplo: si dentro del distrito único se incorporara a un candidato de Federal, ese departamento debería pasar a la cola del orden de prioridades a partir del sexto lugar. Para el armado del distrito único, no cuentan al candidato del Partido Socialista que, según el acuerdo, encabezará la lista. En consecuencia, los cinco del distrito único se cuentan entre los lugares segundo y sexto de la nómina, con lo cual los departamentos arrancan desde el puesto séptimo. Interna de la interna No todo el sector que se alinea con Benedetti tiene la misma opinión sobre el cierre que la conducción partidaria hizo con el socialismo. Hubo dirigentes del espacio que no quedaron conformes con el beneficio que obtuvo el diputado Lisandro Viale, en tanto virtualmente ya tiene asegurada su permanencia por cuatro años más en el Congreso de la Nación. Han dejado trascender que este efecto concreto del acuerdo de Entre Ríos no cayó bien en la dirigencia nacional de la UCR, donde ven a Viale como un dirigente "difícil" para los entendimientos políticos en la tarea legislativa. Por cuerda separada, otros sectores del radicalismo vinculados a Benedetti han presentado reparos a la posibilidad de que la Coalición Cívica (CC) ocupe un lugar expectante en la lista de diputados provinciales. En este sector cuentan a un hombre de peso dentro del armado del oficialismo partidario, como el diputado Gustavo Cusinato, que se habría resistido con dureza a la posibilidad de ceder al espacio de Elisa Carrió y Patricia Bullrich una banca dentro de las diez primeras de la lista. Ese lugar, que le permitiría ingresar a la legislatura provincial aun en el caso de una derrota electoral, no se contempló dentro del acta que se firmó el lunes, pero está en las conversaciones iniciales con Unión en Libertad, el partido de la diputada Hilma Ré, que en representación de la CC integra la tercera pata del acuerdo UCR-PS. Lo que habría colmado la paciencia de Cusinato es la novedad de que, para salvar la legalidad del partido de Ré se terminó sumando al Frente Progresistas de Entre Ríos el partido Acción por la República, del ex ministro de Economía, Domingo Cavallo.