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e la redacción de INFORME DIGITAL Lejos de zanjar diferencias, las cabezas nacionales del Partido Socialista (PS) y la Unión cívica radical (UCR) se muestran cada vez más cerca del fin de las negociaciones que de una alianza electoral. La figura de Francisco De Narváez como candidato a gobernador en provincia de Buenos Aires es para el PS la piedra en el zapato que no estaría dispuesto a llevar mientras que Ricardo Alfonsín insiste con el caudal de votos que puede darle el diputado nacional. En este sentido, el dirigente Santiago Reggiardo manifestó en declaraciones a radio f5 “preocupación” por lo que está sucediendo a nivel nacional “que tiene su reflejo en Entre Ríos”. Si bien evitó ser tajante en la definición, Reggiardo anticipó que “tal vez esta semana o la que viene se concrete la definición de que no habría alianza a nivel nacional”. A la hora de explicar los motivos por los que los puntos en discordia parecen ser insalvables, dijo que desde el socialismo ven la necesidad de construir un perfil en el que “no todo sea cuestión de arreglos electorales”. En ese contexto, el dirigente recordó en forma negativa la experiencia de la Alianza, que llevó a Fernando De La Rúa a la presidencia y se mostró reacio al armado de lo que definió como “alquimias electorales”, contraponiéndolo con un perfil “programático progresista”. Internas Por otro lado, también habló de la disputa interna en el socialismo por los espacios acordados hasta el momento en el Frente Progresista Cívico y Social de la provincia: “lo que se acordó como en toda alianza son espacios para el partido”, aclaró y señaló que “si tenemos diferencias y no hay consenso (sobre las candidaturas del PS), tenemos esperanza que el electorado en las internas del 14 de agosto pueda elegir con libertad las opciones que ofrezca el socialismo, ya sea para ocupar estos espacios si continúa la alianza electoral del frente progresista como si hubiera que concurrir con listas únicas”.