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partir de la cero hora del lunes, el paso vehicular por esa calle será de este a oeste –hoy es al inverso– y se volverá doble mano calle Panamá, desde Patagonia hasta Osinalde. Actualmente, esa arteria corre de oeste a este hasta confluir en Méjico. La comuna explicó la medida en los resultados arrojados por estudios, cuya conclusión general dio cuenta de “la existencia de calles que contienen una mayor circulación de automóviles”, lo que “incide negativamente en la fluidez del tránsito vehicular, ocasionando complicaciones de toda índole, que se agravan en los horarios pico”, se detalló oficialmente. Una de esas calles es Santa Fe, en el tramo comprendido entre Cervantes y Alameda de la Federación. En ese trecho es habitual la congestión y obstrucción en la circulación, maraña que se profundiza aún más por las mañanas y al mediodía. La medida, antes de su aplicación, cosecha opiniones encontradas. Posiciones Entre los que apoyan la modificación, están vecinos que viven sobre Méjico. “Me parece bien porque voy a poder venir más directo hasta mi casa. Ahora tengo que ir hasta Patagonia para poder llegar a mi domicilio”, comenta un frentista de la cuadra ubicada frente a la placita, delimitada por Méjico y Panamá. “Va a ser más seguro. Ahora hay mucho tránsito. Con el cambio, van a andar menos autos”, opinó Sonia, otra vecina. Esa posición es la que receptó la comisión vecinal Parque Urquiza, en reuniones realizadas en los últimos días, donde la circulación por la calle surgió en las conversaciones. Los vecinos entienden que la modificación ayudará a descongestionar Méjico y Santa Fe, donde el tránsito se anuda entre las 12.30 y las 13 y por las tardecitas, comentó Sebastián Rosembrock, presidente de la comisión barrial. El vecino dice que los frentistas fueron preguntados al respecto por la Municipalidad, cuestión que figura también entre los fundamentos de la medida (decreto Nº 1.157). Personal de la Unidad Municipal Nº 1 consultó a frentistas, sondeo que reveló “un alto grado de aceptación, entendiéndose que dicha acción ayudaría a descongestionar el sector”, se indicó desde la comuna. En tanto, una opinión diferente fue la de conductores. Por ejemplo, Pablo, chofer de remise, consideró que el cambio “empeorará las cosas” debido a que se restringirán las vías para ingresar, desde el oeste, al centro. Es que “nosotros usamos mucho Méjico para evitar la congestión de Alameda de la Federación. Ahora va a quedar sólo esa avenida, que suele atiborrarse de autos, para llegar al centro”, argumentó. Para Roberto, un automovilista que habitualmente transita por Méjico, “la medida no va a ayudar en nada”. Y dijo, escéptico: “No veo en qué puede mejorar semejante lío que hay en todos lados con el tránsito el cambio de una calle”. Una opinión similar fue la de Aníbal, un taxista de la zona: “Hay horas en las que no se puede andar por el centro”.