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ristina Fernández de Kirchner se guardó hasta el final el nombre de su vicepresidente. En la Casa Rosada, decían anoche que ni siquiera el elegido lo sabía. Utilizó, para completar el binomio que disputará la Presidencia en octubre, el mismo criterio que en la Capital Federal. No comunicarlo ni a los íntimos para que no se filtre el dato. Lo único que anticipó es que lo anunciará hoy en la Quinta de Olivos, a las 18.30, en una conferencia de prensa. Citó a todo el gabinete, a gobernadores (entre ellos, Daniel Scioli) y a funcionarios provinciales. “Seguramente se lo va a comunicar al elegido treinta minutos antes de la conferencia”, explicó un ministro a este diario. El que sonaba con más fuerza anoche era el secretario de Comunicación Pública, Juan Manuel Abal Medina. Según pudo saber este diario, Abal Medina conocía que estaba entre los “nominados” pero no tenía ninguna señal de la jefa de Estado de que había sido designado. El secretario encaja con los criterios que deslizó CFK para un posible vice: es joven, leal y defiende a ultranza al Gobierno. “Quiero ser un puente entre las viejas y las nuevas generaciones”, expresó Cristina el martes cuando anunció que iría por la reelección, por cadena nacional. Todos interpretaron que precisamente un joven sería el elegido para la fórmula. Sin embargo, nadie descartaba nada en el Gobierno. En la lista de posibles vices estaba el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich. El mandatario se reunió el miércoles con Florencio Randazzo y el gobernador de Tucumán, José Alperovich en la Rosada. En el medio, mantuvo un breve encuentro con Cristina. Capitanich anunció ayer que no iría por la vicepresidencia y que, en cambio, ratificaría su candidatura a la Gobernación en Chaco. “No hay otro que pueda ganar la Provincia. Una vez que lo haga, irá de jefe de Gabinete de la nueva administración de Cristina”, contó una fuente ministerial. Es decir, se asegurarán el territorio y luego será una de las estrellas del nuevo gabinete. “Nadie sabe nada”, era la respuesta de funcionarios y ministros anoche. La lista de vices era más larga que la de un equipo de fútbol. La integraban, en orden de prioridad, además de Abal Medina, el secretario Legal y Técnico, Carlos Zannini; el gobernador de Tucumán, José Alperovich; el ministro de Economía, Amado Boudou; el gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri y el vicepresidente de Aerolíneas Argentinas, Eduardo “Wado” de Pedro, integrante de La Cámpora; el senador Nicolás Fernández y la ministra Alicia Kirchner. “El vice, de todos modos, no va a cambiar nada. Por eso Cristina anunció primero su candidatura y dejó para el final a su compañero de fórmula”, expresó a este diario un operador de la Casa Rosada. Sin embargo, todos tienen claro que debe ser alguien leal a la Presidenta, que no le empiece a hacer una interna aprovechando que Cristina no tiene reelección en 2015. Boudou, si bien sonaba como vicepresidente, también circuló como el nombre para encabezar la lista de diputados nacionales por la Capital Federal, acompañado por Patricia Vaca Narvaja (quien lo acompañó durante la pre candidatura porteña) y el secretario general de La Cámpora, Andrés Larroque. “Mientras todos miran quién es el vice y quién va a ocupar la lista bonaerense nadie se fija en el resto de la conformación de las listas. Por ejemplo, si (Ricardo) Jaime va a meter a un hombre en la lista de diputados de Córdoba o si Alejandro Rossi fue vetado de la lista de Santa Fe”, confió otro hombre con llegada a la Rosada. Lo cierto es que el sistema de hermetismo de Cristina generó malestar a Scioli y a los ministros.