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e la redacción de INFORME DIGITAL Este domingo llegará a Paraná un equipo del programa Caiga Quien Caiga (CQC), que sale por la señal de Telefe, “para tratar en profundidad la problemática de Los Arenales y para escrachar el muro construido”, según informaron vecinos y organizaciones a través de un comunicado de prensa. En este marco, convocan a los vecinos de Paraná a “movilizarmos masivamente este domingo a las 11 donde está ubicado el muro de Los Arenales”. Mediante esta manifestación y con la repercusión que dará la difusión de la problemática a través de la televisión nacional pretenden “expresar nuestro repudio a la acción de la persona que lo construyó -Sergio Lifschitz- y pronunciarnos en contra de cualquier muro que separe, segregue y discrimine a la comunidad paranaense”. Asimismo, se proponen “mostrar lo que sucede con el abandono que hace el Estado de los espacios públicos para que sean apropiados por particulares”. En este contexto, dialogó con radio f5 el Defensor del Pueblo de Paraná, Luis Garay, que recordó que el organismo que encabeza intervino a fines de 2010 ante la presentación de un grupo de 57 vecinos, ya que el Municipio había determinado que la construcción de un muro que impide la vista del río es violatorio de lo que establece el código urbano. En estos casos “se debe hacer el cerramiento solamente con alambre tejido” La muralla de casi cuatro metros de alto y entre 300 y 400 metros de largo. Ante esta situación, la Defensoría sacó una recomendación al Ejecutivo Municipal para haga demoler el muro. De todas maneras, Garay fue más allá y si bien hay aspectos que están fuera de su competencia y poder de decisión resaltó que hay otros aspectos que están judicializados “como por ejemplo el lugar del complejo (el barrio privado), que está sobre la traza del túnel y también el tema de cómo se adquiere el dominio, que nosotros no tomamos intervención porque está en la Justicia”. El Defensor manifestó su deseo que “en algún momento llegue la obligatoriedad porque la Municipalidad ya ha intimado para que se derribe el muro” y recordó que incluso el propio empresario propuso “una alternativa que si bien nunca fue aceptada por la Defensoría se podía llegar a entender si estaba dentro de lo que establece la ordenanza, que es dejar solamente los parantes cada cuatro o cinco metros, que sostendrían el alambre tejido y él argumentaba que por esas vigas iba la instalación de luz, pero ni siquiera pasó eso”. Después la Municipalidad lo intimó a que baje el muro y sin embargo no lo hizo. Los vecinos siguen esperando soluciones y respuestas para que en algún momento vuelva a ser público un espacio que por negligencias políticas quedó vedado a sus verdaderos dueños y se convirtió en un barrio privado reservado para quienes tienen un poder adquisitivo lejano a la realidad de la mayoría de los paranaenses.