E
n la capital provincial al menos 10 personas recibieron en la última semana mensajes de textos y llamadas telefónicas de una empresa de Buenos Aires que los obliga a pagar supuestas deudas no fueron saldadas. En la acción se los conmina a pagar los montos a través del sistema de rapipagos. Un estudio jurídico está asesorando a las víctimas y prepara las demandas judiciales para neutralizar las “apretadas”, porque las deudas o bien prescribieron o no están certificadas ni documentadas. Un par de víctimas notificaron de “las apretadas” efectuadas por la empresa que dice representar a una cartera de clientes que le entregaron el poder para cobrar deudas por compras de equipos de celular o electrodomésticos que quedaron impagas en el tiempo. Según confiaron las víctimas en los mensajes de textos enviados a los celulares o en las comunicaciones telefónicas, se les hacía saber que tenían un plazo perentorio para saldar las deudas porque de lo contrario iban a ser ingresados en el Veraz y en forma paralela se les embargarían los sueldos. Ante semejante amenaza, le daban un número de cuenta para depositar sumas que iban de 1.000 a 3.000 pesos, producto de las cuotas impagas más los intereses acumulados. Los denunciantes hicieron saber que compraron celulares u otros artículos eléctricos entre los años 2000 y 2002, y hubo aclararon que tuvieron problemas para pagar algunas cuotas ya que no les aceptaban bonos federales. Reconocieron que las mismas fueron saldadas tiempo más tarde, por lo que no se explican ahora la violenta intimación de la empresa de Buenos Aires cuyo teléfono teléfono es 011-5218-6146. “Me comuniqué con la empresa y hubo una aparente abogada que me maltrató y me advirtió que perdería todo si no pagaba. No me dejó explicarle que había saldado la deuda, y de mal modo me reclamó el pago inmediato”, confió la mujer para indicar que al hablar con otras personas se enteró que en Defensa al Consumidor hay varias quejas por estas “apretadas”, en tanto que se contacó con un abogado para asesorarse sobre la situación. “Me llamaron varias veces, incluso a la madrugada y ahora les hice saber que hablaran directamente con mi abogado para que le notifiquen la supuesta deuda. Me informaron que una deuda que supuestamente se mantenga por más de 10 años, directamente prescribe y por ello es que no solo no me pueden incorporar en el Veraz como deudor peligroso, sino que tampoco pueden embargarme el sueldo, ya que tal medida solo la puede ordenar y disponer una sentencia judicial”, enfatizó la mujer para resaltar: “Lo que no sé es cómo consiguieron mi teléfono, nombre, calle donde vivo y otros datos privados que esta empresa maneja”. No creer, no pagar En Paraná, el estudio de abogados a cargo de Nora Lanfranqui asesora a tres personas que sufrieron estas particulares intimaciones. Desde el estudio jurídico se informó que se supo que esta empresa habría comprado una base de datos para cobrar deudas de telefónicas. “A las personas que llegaron les recomendamos no pagar ninguna intimación telefónica y en todo caso que se documente la deuda para verificar la autenticidad de la misma”, informaron desde este estudio para destacar que los sueldos solo se pueden embargar por resolución judicial. Se cree que la acción de la empresa no se especificaría como una vulgar estafa, pero sí el denominado “caza bobo”.