E
n el último test electoral antes de los comicios generales del 23 de octubre, el candidato del Frente para la Victoria, Carlos Soria, se impuso sobre el radical K César Barbeito, delfín del actual mandatario provincial, Miguel Saiz.
La fórmula integrada por Soria y Alberto Weretilneck, cuya ventaja se fue consolidando con el avance del conteo, lograba alcanzar más del 50% de los votos. Barbeito y su compañero, Julio Arriaga, llegaban a más del 30%.
Al cierre de las urnas se informó la participación de casi un 77 por ciento de los 440.134 electores de la provincia y se puso a disposición un sitio para seguir el escrutinio.
Los festejos se desataron en las afueras del búnker de Soria, donde se montó un escenario, en una céntrica calle de General Roca. El gobernador electo, acompañado por el ministro del Interior, Florencio Randazzo, y el senador Miguel Angel Pichetto, se dirigió a sus seguidores.
Soria aseguró que en su gestión convocará a otras fuerzas y a "radicales de buena madera". Además indicó que el triunfo "no se debió sólo al voto de los peronistas sino también al de muchos rionegrinos que quieren un futuro mejor".
La fiesta, que duró casi hasta la medianoche, culminó con fuegos artificiales. La Presidenta formó parte de la celebración con un llamado telefónico para felicitarlo.
De este modo, el FPV le arrebató a la UCR la provincia, que era gobernada por el radicalismo desde el regreso de la democracia, en 1983. A partir de 2003 el mandatario saliente anudó una alianza con el kirchnerismo, que ha mantenido hasta hoy.
Barbeito reconoció la derrota y aseguró que "trabajará por una oposición constructiva". Por su parte, Saiz, expresó: "Es evidente que el pueblo rionegrino ha interpretado que hacía falta un cambio".
Ida y vueltas. Hasta hace un año, Soria se mostraba distante del kirchnerismo y sostenía que no necesitaba del matrimonio presidencial para imponerse en las elecciones, pero luego se transformó en aliado. Recordado como el jefe de la SIDE entre 2001 y 2002, durante la presidencia de Eduardo Duhalde, había sido denunciado en su momento por la actual mandataria Cristina Kirchner por espionaje.
Otras fórmulas que compitieron fueron: Magdalena Odarda y Jorge Ocampo (Coalición Cívica), Omar Lehner y Mercedes Sarín (Confluencia para la Emancipación Rionegrina), Ernesto Saavedra (Partido Demócrata Progresista), Diego Vergara (PC) y Amalia Quintillán (PO).
Además de gobernador y vice, este resultado impacta en la renovación de la totalidad de las bancas de la Legislatura, que desde el próximo período será de 46 integrantes, tres más que hasta ahora, como consecuencia del aumento de la población de la provincia.
Denuncias. La jornada comenzó con un enrarecido clima de denuncias del Frente para la Victoria por la aparición de boletas supuestamente apócrifas y balaceras en un local partidario.
Desde General Roca, Soria exhibió boletas de su partido con la numeración fraguada en el tramo para gobernador y vice, y atribuyó este hecho a la UCR.
También denunció una balacera en un local partidario de la vecina localidad de Cervantes, además rotura de cartelería durante la campaña electoral, que también vinculó al oficialismo provincial.
Por su parte, el gobernador Saiz rechazó las denuncias y se mostró molesto con la acusación a su partido. "El modelo de vida de la paz social que tenemos o la crispación que propone Soria", afirmó.
