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ste jueves se realizó la segunda audiencia en el juicio oral y público contra dos profesionales del hospital San Roque de Paraná, por el contagio de VIH de una mujer embarazada, que en 2006 recibió una transfusión de sangre infectada en ese nosocomio. Al comenzar la audiencia fue interrogada, a puertas cerradas, la mujer infectada con VIH. Luego brindó testimonio Alicia Inés Villaverde, vecina de la mujer, y finalmente el bioquímico Carlos Zanaschi, quien fue careado con el médico Ricardo Alcain. Tras la audiencia, Zanaschi informó que ante el Tribunal habló “de lo que ha sucedido en 2006-2007 en virtud de una transfusión HIV positiva, en la que intenté que se establezca la verdadera identidad del autor de unos resultados que no eran de mi autoría con una denuncia en Tribunales”. “No fui el primero en detectar esta situación. El primero en detectarla fue el jefe del servicio a través de una carta proveniente de una planta de hemoderivados de Córdoba, que decía que un plasma que se había enviado era altamente positivo para la reacción de HIV”, afirmó el ex bioquímico del Laboratorio de Hemoterapia del Hospital San Roque. A partir de esto, “al recurrir a los libros me encuentro con que en una de las columnas adonde deberían estar los resultados, estaban resultados negativos, con mi firma avalándolos”. Y ahondó: “Esos resultados no fueron realizados por mí porque no había reactivo, porque el Estado no lo estaba proveyendo en ese momento y tampoco fue de mi autoría esa signografía”. Por este motivo indicó que efectuó aquella denuncia en la Fiscalía, “para que investigara lo que suponía era un ilícito. No sabía si había dolo en la inserción de esos grafemas negativos, cuando había un donante con resultado positivo”. Igualmente, opinó: “La dilación en dar una respuesta concreta en lo que consideraba que constituía un ilícito, creo que tenía la intencionalidad de involucrarme en el caso”. Al ser consultado si se pudo determinar quién escribió los registros, el ex coordinador del Programa provincial Sangre Segura contestó: “No se sabe, nunca se supo. Hasta el día de hoy no se sabe quien fue el que insertó esos resultados”. Por otro lado, atento a que Raúl Barrandeguy, abogado defensor de Ricardo Alcain, dijo en la primera audiencia que era “médico adjunto del Hospital San Martín, no jefe del servicio de Hemoterapia del hospital, porque el servicio no existe”, Zanaschi advirtió: “Siempre me dirigí al doctor como jefe del servicio y todo el mundo lo reconocía como tal”. “El donante fue localizado a través de la Justicia, en abril de 2007, y esto se sabía desde enero de ese año”, comentó por último el Zanaschi, que recordó que fue separado de su cargo en el nosocomio por una resolución de la Secretaría de Salud. “Me exoneraron con el argumento de que constituía un obstáculo para la investigación de la Justicia y me derivaron a un centro de salud. En este momento estoy jubilado por invalidez”, redondeó. Las audiencias en el juicio oral y público continuarán este viernes, a las 9.