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roducto de un paro cardiorrespiratorio, dejó de existir Nicolás Bellolo, quien sufrió graves heridas tras el fuerte accidente en calle España y Andrade el 1 de octubre de Gualeguaychú. Sus allegados informaron que los restos del joven serán trasladados a Galarza para ser velados. El joven de 23 años –internado desde esa misma jornada en horas de la noche en la Clínica de Colón-, estaba siendo trasladado para la realización de una tomografía. Nicolás fue embestido por un conductor que minutos antes había eludido un control de alcoholemia y que según informó el director de Tránsito Esteban Izaguirre, “había cometido la misma infracción en 2010”. Según informó el doctor Pablo Burgel a los allegados de Bellolo, alrededor de las 22 y mientras era llevado a practicarse una serie de estudios previos a una intervención quirúrgica “se desprendió un coágulo de la pierna, lo que le provocó el paro cardiorrespiratorio”. La noticia del fallecimiento de Nicolás, fue dada a conocer minutos después por sus amigos que –a través de mensajes- pidieron justicia. Nico, como todos le decían, estaba internado en terapia intensiva y su evolución –lenta- en los últimos días había despertado expectativas entre familiares y amistades. “Respiraba por sí mismo, le habían retirado la asistencia mecánica y estaba programado su traslado a un centro de rehabilitación de Galarza”, según informaron sus amigos. Días atrás, sus amigos informaron que: “todas las tomografías que se han realizado nunca mostraron infarto cerebral de ningún tipo”, por lo que “desde el punto de vista neurológico, es un tema que está descartado. Los problemas son gastrointestinales y una infección que tuvo en un pulmón, pero afortunadamente no tienen nada que ver con lo neurológico”. En la noche del lunes la realidad fue otra. La muerte causó un fuerte impacto y gran desazón ante la irreparable pérdida del joven. Brutal accidente El terrible accidente se produjo en la madrugada del sábado 1 de octubre. Un matutino informó en la edición del domingo 2 que un joven de 23 años, a bordo de un Fiat 147, fue interceptado por un control de alcoholemia de rutina que realizó la Dirección de Tránsito en la esquina de Magnasco y Rivadavia. Según informó el responsable del área, Esteban Izaguirre, “el conductor paró ante la requisitoria de los agentes pero cuando se acercaron a la ventanilla y le solicitaron la documentación, aceleró y se retiró haciendo picadas”. El funcionario aclaró que nadie salió a perseguirlo, sólo se dio aviso a la Policía que en caso de que fuera detectado se lo detuviera. A las pocas cuadras de evadirse de este control, el Fiat 147 embistió el lateral izquierdo de un Fiat Uno que transitaba por Andrade, que era conducido por Nicolás Bellolo de 23 años, oriundo de General Galarza y radicado en Gualeguaychú hace unos años. Izaguirre contó que el joven conductor que originó este hecho tiene antecedentes, “el año pasado evadió un control de alcoholemia, estacionó su vehículo a las pocas cuadras y fue retenido por Tránsito”. Los Bomberos Voluntarios trabajaron en la limpieza del lugar del accidente y retiraron las baterías de los vehículos, que luego fueron trasladados a la Comisaría Primera.