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��Me hicieron abrir la puerta, me empujaron a la dirección, insultándome y diciéndome que debía renunciar el 10 de diciembre. Me injuriaron, me decían que yo presionaba al personal porque no trabajan”. La docente confirmó que el “entredicho” surgió a partir de que “el encargado del salón, no dejó limpio el lugar que tenia que entregarlo a la escuela Nº 1, que tenían la jornada de folcklore, y se retiró con el jefe de personal y no hizo la tarea que le correspondía”. Ascúa indicó que realizó la “denuncia correspondiente ante la comisaría cuarta” y que informará a sus superiores de la situación. Acotó que la presidenta del CGE, Graciela Bar, “ya está en conocimiento de esto”. Sesún se supo, el entredicho inicial de la docente Ascúa se produjo con el empleado de maestranza, Horacio Hesse, a quien le encomendó la limpieza de un salón de actos y como no lo encontró en el edificio escolar lo llamó por teléfono. Hesse le habría respondido por teléfono que ya estaba en su casa y que allí no deseaba ser molestado. La preocupación de la directora y lo que la condujo a denunciar el hecho fue que al otro día, o sea el jueves, cuando llega a trabajar, fue interceptada por dos personas que también se desempeñan laboralmente el Complejo Escuela Hogar Eva Perón. Ascua los identificó como Marcos Pagliaruzza y Esteban González, quienes figurarían como jefes de personal de la mencionada escuela. La versión de la docente ante los auxiliares de la Justicia fue que “me empujaron y me dijeron “presentá la denuncia, vieja de m... y después firmá y andate”.