D
e la redacción de INFORME DIGITAL A cinco años del terrible episodio mediante el cual una mujer embarazada fue transfundida con sangre infectada con el Virus de inmunodeficiencia humana (VIH) en el hospital San Roque de Paraná, se está a horas de que se conozca la sentencia para quienes son señalados como responsables del hecho. El principal imputado es el ex jefe del servicio de Hemoterapia del nosocomio, Ricardo Alcain, para quien la querella pidió tres años de prisión condicional y cuatro años de inhabilitación en el ejercicio de cargos públicos. En tanto para la bioquímica Gabriela Coronel, tanto los abogados de la víctima como la fiscalía pidieron la absolución. “De a poco se fue deshaciendo la madeja que existía en torno a esta causa, muy compleja, con muchas responsabilidades difusas”, dijo a radio f5 el representante legal de la mujer afectada, Miguel Cullen, al hablar del desarrollo de la causa. Lo que se conocerá este martes es la sentencia respecto Alcain “que no tiene que ver directamente con el contagio sino con la falta de notificación (respecto de la sangre infectada)”, aclaró Cullen que se mostró “muy confiado en se va a llegar a buen puerto” ya que cree desde la defensa pudieron probar esa falta “sin lugar a dudas”. Sistema de salud “vergonzoso” El letrado también se refirió a una realidad que según su parecer quedó en evidencia en la causa y que sin medias tintas definió al sistema de salud provincial como “vergonzoso”. “Eso se probó. No lo decimos nosotros sino testigos que participan en el sistema de salud, `que esto es una risa´, que es `un verdadero desastre´, que no se tenían los elementos necesarios mínimos”, señaló. “Incluso hay sospecha de actividades ilícitas, lo que se desprende luego de la investigación que se llevó a causa de este caso”, advirtió.