E
l ardid estaba representado por unas -en apariencia- inocentes facturas pero que en realidad estaba rellenas para todos los gustos: dulce de leche, crema y otra que en su interior tenía una bolsita con una cantidad no determinada de cocaína. Según se determinó, los panificados estaban en poder de una joven de 21 años y tenían como destinatario a un conocido interno de esta unidad carcelaria. Tras el hallazgo fue inmediatamente notificado el personal de la delegación “Toxicología” de la Jefatura Departamental de Policía, quienes incautaron la sustancia e identificaron a la joven mujer que las tenía en su poder, para luego notificar todo lo actuado al Juzgado Federal de Concepción del Uruguay. Esta artimaña se suma a otros intentos de ingresar droga a la Unidad Penal local en envases de desodorantes, termos y pan.