E

l radicalismo de Entre Ríos conformó el Foro de intendentes, en una reunión que se llevó a cabo esta mañana en la localidad de Villa Clara, y de la que participaron los 15 intendentes del centenario partido. El Foro, el espacio orgánico que nuclea a los jefes comunales de la UCR, estará conducido por una mesa colegiada integrada por cuatro Jefes Comunales: Ricardo Troncoso, de Maciá; Alfredo Blochinger, de Bovril; Cristian Fernández, de Villa del Rosario; y Julio Weisheim, de Piedras Blancas. Esta conducción, tendrá un mandato de un año. La primera decisión que tomó el Foro de Intendentes Radicales fue solicitarle una audiencia al gobernador Sergio Urribarri: También le solicitarán el Gobernador que las puertas del todos los Ministerios estén abiertas para que los Intendentes puedan plantear sus inquietudes. En tanto, hace un par de semanas hubo un intento por conformar este foro, que tuvo que esperar debido a diferencias internas surgidas a la hora de nominar al representante por la minoría en la Comisión Administradora de los Fondos de Salto Grande (Cafesg). Y luego esa posibilidad se alejó aún más cuando la mitad de los intendentes marcharon al diálogo con el Gobierno provincial con el propósito sostener un “vínculo directo” con el gobernador Sergio Urribarri, de buena relación política con el impulsor de esa iniciativa, el intendente de Maciá, Ricardo Troncoso. Tanto en uno como en otro caso, la causa se interpone entre los intendentes radicales es la diferencia en la forma de concebir el ineludible vínculo con el Gobierno provincial. Los intendentes más cercanos al ex candidato a gobernador Atilio Benedetti no niegan la necesidad de sostener una buena relación con la administración provincial. Es más, la consideran vital para el desarrollo de sus gestiones. Pero entienden que el modelo Troncoso –que el intendente de Maciá exhibió con claridad en el anterior período- implica lisa y llamante abandonar el rol opositor para sumarse, como aliados, al oficialismo. Eso fue, de hecho, lo que hizo Troncoso en las pasadas elecciones, en las que combatió al candidato a gobernador del radicalismo. El otro foco de conflicto también tiene un punto de contacto en la relación con el Gobierno. Aunque inicialmente las dificultades para acordar la representación en la Cafesg se debieran a la interna, la solución que encontró el intendente de Federación, Carlos Cecco, para asegurarse que su ciudad no quedase sin representación en la administración de los fondos de la represa que obligó al traslado de su ciudad, avivó la discusión en la UCR. Cecco obtuvo de Urribarri el compromiso de nominar al concejal Hernán Burna desde el Senado, donde no hay minoría porque las 17 bancas son del PJ. El bloque de diputados y la conducción partidaria junto a un grupo de intendentes resistió la postulación de Burna, porque consideran que quien hasta hace unos meses fue funcionario del gobierno de Urribarri no está en condiciones de cumplir el rol de contralor opositor. Unos y otros En los hechos, el grupo de los 15 intendentes radicales está partido al medio. De un lado y encabezados por Troncoso y Cecco, los ocho que apuestan a mantener un vínculo más directo con el Gobierno, donde además están los intendentes de Gilbert, Villa del Rosario, Mansilla, Ibicuy, Bovril y 1º de Mayo. Del otro, los jefes comunales de Villa Elisa, Federal, Piedras Blancas, Sauce de Luna, Villa Clara, Los Conquistadores y San Jaime, que el miércoles pasado estuvieron reunidos y decidieron convocar para este lunes, en Villa Clara, a un encuentro de los 15, con la voluntad de conformar el Foro. El intendente de Villa Elisa, Marcelo Monfort, considera posible y necesario que “todos los intendentes radicales que fuimos elegidos el 23 de octubre trabajemos en conjunto tanto hacia adentro del partido para fortalecer la presencia del radicalismo en gestión política”, como para sostener “una buena relación institucional con el Gobierno provincial que nos permita llevar adelante la gestión”. “La gente ya eligió a Urribarri como gobernador y a nosotros para que representemos los destinos de nuestros pueblos. Tenemos un sentido de pertenencia partidaria, pero no renegamos de que el trabajo tiene que ser en conjunto con la provincia”, dijo esta semana. Para el propósito de la unidad entiende que resultaría funcional, que “podría ayudar”, una conducción colegida, que evite que sea una sola persona la que conduzca al Foro. “En algún momento fue así, cuando estaba conducido por dos intendentes de municipios de primera categoría y dos de segunda. Va a ser unos de los temas que vamos a charlar, si sirve para que estemos todo juntos se aceptará”, dijo. Futuro partidario Lo ocurrido en Villa Clara, incidirá en la suerte de la natural crisis que atraviesa a una fuerza política que viene de marcar un nuevo piso electoral. Y, para el conjunto de la vida política entrerriana, puede dar una idea de hasta dónde el sistema de partidos –que supone la posibilidad de alternacia política- tiene alguna posibilidad de recuperarse en la provincia. A diferencia del orden nacional, donde no se pudo reunir la Convención, la UCR de Entre Ríos tuvo tras las elecciones su discusión orgánica en un congreso partidario, con debates muy duros que pueden hacer pensar que la puja por la renovación de autoridades de este año –habrá elecciones en octubre- tendrá algún cuerpo político. En el orden nacional, la dispersión gana el horizonte partidario. Unos imaginan que el futuro está en acompañar una postulación presidencial de Mauricio Macri, mientras otros creen –también sobre la base de que la UCR no puede llevar candidato propio- que el camino a 2015 está junto al socialista Hermes Binner. Tampoco faltan los que no descartan engrosar las filas del radicalismo kirchnerista, como el de las provincias de Río Negro y Santiago del Estero, si es que el oficialismo resuelve con éxito la sucesión de Cristina y mantiene las bondades del modelo económico. A contramano de esta escena nacional, en Entre Ríos el debate que atravesó el último congreso –realizado el 3 de diciembre- fue el de recuperar la identidad radical, tras el cuestionado acuerdo electoral con el Partido Socialista. En la catarsis pos electoral predominó la posición de los críticos al Frente Progresista Cívico y Social que sostuvo el excandidato a gobernador Atilio Benedetti. Aunque desarticulado y carente de liderazgos claros, en el debate interno se impuso el sector que plantea la necesidad de que el Comité partidario funcione en una militancia diaria, no sólo en elecciones, con una presencia permanente en el debate con el gobierno peronista que permita exhibir a la UCR como una alternativa política. En este bloque creen que las expectativas de recuperación de poder no pueden estar fundadas solamente en aguardar que las cosas no le salgan bien al gobierno. Advierten que si eso ocurre, pero la UCR no empieza desde ahora a sostener una acción política clara y permanente, el electorado podría derivar hacia cualquier otra opción.