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drián Molaro, el joven detenido por el asesinato del joven Alexis Céparo en Cerrito, declaró durante dos horas y media ante el juez Elvio Garzón. El fiscal, Juan Francisco Ramírez Montrull, dijo que el joven adujo que se sentía agobiado por los hostigamientos de Céparo hacia su persona. Asimismo, reconoció su responsabilidad en el homicidio. "Hizo una declaración extensa, dando precisiones en cuanto al hecho en sí y sobre cuestiones previas al hecho que llevaron a cometerlo. Reconoció la autoría", informó el funcionario judicial. Consideró que por “la situación declarada se puede entender” que estaba conciente cuando llevó adelante el homicidio. “Menciona una situación de acosos, burlas y situaciones que se presentaban diariamente en Cerrito”, manifestó el fiscal, al tiempo que aseguró que por el momento “no hay pruebas que avalen” los dichos del acusado quien sostiene que intentó hablar con Céparo antes del suceso. “Refiere una situación de hostigamiento y que tomó la decisión cansado de esto”, reafirmó Ramírez Montrull, quien admitió que “hay que ver la situación que rodea el hecho, con la prueba producida y lo que resta producir”. Hostigado "desde jardín de infantes" En ese marco, el abogado defensor, Marciano Martínez, insistió en el “acoso juvenil” del que habría sido objeto el agresor entes del cometer el hecho. “De acuerdo a lo que él ha dicho, eran actos hostiles, acoso juvenil”, recalcó el profesional. “Respondió a las preguntas que le formuló el juez, fiscal y querellantes” y “dio los motivos” que lo llevaron a actuar la manera en que lo hizo. Según los argumentos de Molaro, el hostigamiento “comenzó cuando iba a jardín de infantes hasta que la víctima repite de año”. No obstante, el acoso continuó afuera de la escuela en forma permanente”. Asimismo, hizo notar que en tres oportunidades intentó hablar con Céparo, pero que éste lo destrataba y que lo había escupido en reiteradas ocasiones. Además, justificó que cuando cometió el homicidio, intentó hablar previamente con el futbolista, pero que éste intentó agredirlo, ante lo cual respondió con los disparos que acabaron con su vida. Sobre los motivos de la huída, afirmó que cuando se hallaba cerca de su auto conversando con un taxista, en La Paz, llegó un patrullero, del que descendieron varios policías fuertemente armados, los cuales habrían deslizado la posibilidad de que se produjera un tiroteó con él, lo que le generó temor y escapó. Ahora el juez Garzón tiene 10 días para resolver la situación procesal del apresado. Sobre los días de Molaro en la cárcel, Martínez explicó que “su vida es como la de cualquier interno y está con las preocupaciones propias de quien está preso”.