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a agrupación estudiantil del radicalismo, Franja Morada (regional Entre Ríos) llevó el conflicto por la normalización de la Uader a la Federación universitaria argentina (FUA) y aseguraron que desde esa entidad se exigió también que se respete el cronograma de elecciones tal como estaba previsto. Desde la Franja Morada expresaron su rechazo al reclamo de un grupo de profesores de suspender las elecciones de docentes de la Universidad Autónoma de Entre Ríos, “retrasando aún más el proceso de normalización definitiva de dicha casa de estudios; tales acciones, entendemos, atentan contra la real autonomía de estudiantes, docentes y graduados”. “El proceso de normalización viene a constituir el cierre de un recorrido que lleva más de 10 años, desde su creación por parte del por entonces gobernador Sergio Alberto Montiel y que ha atravesado diversos avatares, incluidas las tentativas de cerrar la universidad por parte de las gestiones justicialistas que le sucedieron”, cuestionaron. Desde la agrupación advirtieron en el documento enviado a INFORME DIGITAL que la falta de autonomía no solo conspira contra la capacidad de decidir sobre la administración de sus recursos y actividades, “sino que también justifica el manejo discrecional de las partidas presupuestarias por parte de sectores oficialistas que, aprovechando esa situación, realizan clientelismo político con el dinero de los estudiantes”. “La dependencia de la Uader respecto del gobierno provincial es alarmante: gran parte de su personal administrativo ha sido colocado por el gobierno de turno, muchas de sus cátedras no han sido concursadas aún y la falta de recursos e insumos, para el desarrollo normal de sus actividades, atenta contra la calidad educativa. Ilustrativo es el ejemplo de los estudiantes de Humanidades y Ciencias Sociales de Paraná que deben soportar las refacciones de la Escuela Normal en aulas de durlox no aptas para soportar el número de alumnos que allí cursan. Lo mismo se reproduce en la Costa del Uruguay”. “Mientras el gobierno hace anuncios de obras faraónicas nunca concretadas, los estudiantes y docentes deben trajinar de escuela en escuela para poder cursar o dictar clase, mientras gran parte del presupuesto es ocupado para sostener una camarilla de empleados obsecuentes y docentes no legitimados por concurso”, disparó la Franja Morada. Por último llamaron la atención sobre el dilatamiento de los tiempos de normalización que aseguran “pone en peligro la validez nacional de muchos de sus títulos, dejando a la deriva no solo los estudiantes actuales, sino también a los futuros”.