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uillermo Grive, responsable de la Unidad de Terapia Intensiva del hospital San Martín, va a quedar mudo de tanto reclamar políticas serias para poder neutralizar el aumento sostenido de los fallecimientos de personas que no usan cascos y sufren accidentes con las motocicletas. Alertó una vez más que espera mejor predisposición del Estado a atacar el flagelo, por lo que siente impotencia ante los nueve muertos que van en los primeros tres meses del año. El facultativo, que desde hace un par de años religiosamente convoca en un determinado tiempo a conferencias de prensa para informar del estado de las faltas de políticas y controles serios en Paraná, una vez más relata lo que es el peor panorama. El médico quiere cambiar esta realidad con el traslado de familias enteras en vehículo de solo dos ruedas, completamente inestable, motos colándose por entre los vehículos en malas maniobras, avanzando con el semáforo en rojo y, por supuesto, la mayoría sin el casco protector homologado y obligatorio adecuadamente colocado en la cabeza. Y estos ciudadanos, que circulan libremente con total negligencia llegan a ser noticia, por protagonizar espantosos accidentes de tránsito. Y los números, tan fríos, parecen naturalizarse. Pero esto no debiera ser así. En lo que va de 2012 este tipo de accidentología se cobró nueve muertes y hubo 25 personas con traumatismos graves. Grieve contó que en enero de 2012, ingresaron al nosocomio ocho pacientes con traumatismos graves y hubo cuatro muertes; en febrero el número de traumatismos fue de nueve y dos las muertes; mientras que en marzo se produjeron tres decesos y ocho traumatismos, datos de Paraná y zona de influencia. “La proyección es que en este año se producirán 36 muertes por causa de accidentes de motos”, especificó. Entre el 1º de enero de 2010 al 31 de diciembre hubo 95 traumatismos graves con 24 fallecimientos, en el mismo lapso de tiempo pero de 2011, los traumatismos fueron 102 y los fallecimientos 34. “Del total de accidentados, sólo el 1% llevaba casco, es decir uno solo, pero como llevaba el burlete desprendido, fue lo mismo que si no lo hubiese llevado”, lamentó Grieve. El médico aportó, entre otras estadísticas, que desde 2009 como saldo de accidentes en motocicletas se han producido 282 traumatismos graves con 89 pacientes fallecidos, 89 lesionados graves y 104 recuperados. El especialista reclamó medidas preventivas “en forma urgente y permanente”, a las autoridades locales, municipales y provinciales. Hizo hincapié en la falta de controles como una de las causas principales de lo que consideró “una endemia” que afecta especialmente a las personas jóvenes. No dudó en considerar a Paraná como uno de los casos más graves en cuanto a la falta de uso de casco en el país. “La intendenta (Blanca Osuna) nos convocó a una reunión y se mostró interesada en el tema, pero es necesario actuar ya”, destacó. “Hicimos un relevo de los cascos que se otorgan; no sirven. Los cascos deben ser homologados, mínimamente con tres placas de protección. Un casco homologado no cuesta menos de 300 pesos”, dijo el consultado. Agregó: “Nosotros insistimos mucho en la educación, estamos yendo a las escuelas, aunque nos invitan menos de lo que quisiéramos, porque entendemos que ahí están los potenciales motociclistas del futuro; pero debe haber medidas de control mucho más exhaustivas por parte de la Municipalidad y de la Policía”, reseñó por último.