D
e la redacción de INFORME DIGITAL Estudiantes y docentes de las escuelas Juan Manuel de Rosas y representantes de la Asociación gremial del magisterio de Entre Ríos (Agmer) se movilizaron este martes a la Casa de Gobierno para reclamar la concreción de obras para habilitar los baños del establecimiento y poner en condiciones las instalaciones eléctricas. Aseguran que actualmente hay sólo un inodoro para varones y otro para mujeres. En diálogo con INFORME DIGITAL, el presidente del centro de estudiantes de la escuela Juan Manuel de Rosas, Alan Pedraza, contó que piden por un expediente que, denuncian, está frenado hace un año y medio. El reclamo es para “tener baños y una instalación eléctrica digna, porque los cables están muy pelados y no tenemos condiciones dignas para seguir estudiando”. Respecto de los baños, Pedraza afirmó que “están clausurados directamente y estamos ocupando el de los profesores, que no alcanza para toda la población educativa”. El estudiante recordó que desde principios de año hay reclamos de los directivos de las escuelas y sostuvo que hicieron todos los trámites correspondientes por la vía institucional ante la dirección de Arquitectura de la Provincia pero “ellos nos dijeron que iban a dar una respuesta pero todavía sigue en legales como el año pasado”. Por su parte, Claudia Rosales, rectora de la escuela Juan Manuel de Rosas, que funciona en los turnos mañana y tarde explicó que “el año pasado se iba a llamar a licitación, no hubo oferente y el expediente no prosperó”. “Los problemas de electricidad se van subsanando con arreglos parciales y los problemas de fondo no se solucionan: no podemos poner una estufa porque saltan las térmicas”, aseguró y sostuvo que en abril mantuvo una audiencia con el subsecretario de Arquitectura: “prácticamente me dijeron que tenían prioridad las escuelas que se estaban terminando de construir”. En tanto la directora de la escuela Atahualpa Yupanqui, que funciona a la noche relató que días atrás sufrieron un corte luz: “nos arreglamos como pudimos, con la buena voluntad de docentes y alumnos. Esto significó juntar cursos, trabajar en la sala de profesores, en la preceptoría, para no perder las clases”. Si bien reconoció que la dirección de Arquitectura intervino, manifestó que los arreglos realizados “son parches, nada más, porque el problema de fondo no se soluciona. No tenemos enchufes en las aulas, no podemos ver una película, poner estufas. Realmente el problema es grave. Es sumamente necesaria una intervención del Estado para poder solucionar el problema a las 700 personas o más que convivimos todos los días ahí”.