Sábado 29 de septiembre de 2012
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Paraná
Caso Ilarraz: declaró el primer sacerdote
Aportó datos clave a la investigación, y contó cómo se enteró de los casos de abusos en el Seminario. El lunes, se sumarán más testimonios, entre ex estudiantes del Seminario y sacerdotes.
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El juez Grippo tomó la primer declaración de la investigación judicial.
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E

l párroco Leonardo Tovar (San Benito) declaró este viernes por espacio de casi tres horas ante la justicia entrerriana y se transformó en el primer sacerdote en comparecer en la causa por corrupción de menores contra el cura Justo José Ilarraz. Tovar reconoció que se había enterado de la historia de los ex seminaristas abusados en el 2010 y que junto a otros presbíteros le reclamaron al entonces arzobispo de Paraná, monseñor Mario Maulión, que se tomen medidas en el ámbito tribunalicio, como así inicie gestiones para expulsar al sacerdote de la Iglesia de Tucumán. Asimismo, ratificó en su totalidad el contenido de la carta crítica que le presentaron a Maulión, firmada por ocho curas de Paraná y localidades aledañas. En tanto, en los últimos días sorprendió la visita fugaz que hizo en Tucumán el cura Ilarraz, en la zona de Monteros, pese a que su abogado indicó que se encontraba en Capital Federal y no pensaba moverse de allí. El cura Leonardo Tovar hizo un pormenorizado relato en la tarde de este viernes en el edificio tribunalicio, en el marco de la causa que lleva adelante el juez de Instrucción, Alejandro Grippo, contra el sacerdote pedófilo Justo José Ilarraz. El religioso, a cargo de la Parroquia de San Benito –quien antes estuviera también en la ciudad de Villaguay- respondió preguntas de la Fiscalía, como así también de los abogados querellantes, Marcos Rodríguez Allende, Walter Rolandelli y Milton Urrutia, al igual que el defensor del cura Ilarraz, Juan Angel Fornerón. Tovar contó cómo fue que se enteró de los casos de abusos en el Seminario Menor de Paraná y brindó detalles de cómo se organizaron un total de ocho curas de la diócesis, en el 2010, para reclamarle al arzobispo de esta capital, monseñor Mario Maulión, para que se adopten medidas religiosas y ante la justicia entrerriana, por los graves hechos cometidos por el cura Ilarraz. Cabe recordar que el 15 de septiembre de 2010, los sacerdotes de marras le enviaron una carta a Maulión, para manifestarle la “gran preocupación” por los “abusos cometidos por sacerdotes a menores confiados a su ministerio. Sobre todo, nos preocupa la creciente notoriedad que uno de los casos está teniendo entre la gente de nuestras parroquias: el del padre Justo Ilarraz, quien fuera formador del Seminario Menor a principios de los 90”, remarcaron en la nota de una carilla. La presentación del escrito se produjo poco después de una reunión mantenida por los presbíteros –quienes son de una nueva generación, que ronda entre los 35 y 40 años- con el propio Maulión, quien no ocultó su sorpresa al enterarse de lo que le contaban respecto al accionar de Ilarraz. “A mi monseñor Karlic nunca me dijo nada de esto, cuando hizo el traspaso del mando”, respondió sorprendido Maulión, actualmente jubilado y con residencia en Rosario, quien quedó al frente del Arzobispado de Paraná en el 2003. En la carta de los curas –todos ellos en funciones en diferentes barrios de Paraná y en localidades vecinas- se le indicaba a Maulión: “Nuestra preocupación es doble. Por un lado, el hecho de que el padre Ilarraz continúe ejerciendo el ministerio sacerdotal, sin que se le haya aplicado ninguna sanción canónica ni haya sido convenientemente investigado y juzgado por la autoridad civil. Es un hecho que quien padece pedofilia puede cambiar solo con mucha dificultad. En todo caso –se agregaba- es una imprudencia y así lo confirma la praxis actual de la Iglesia, que siga ejerciendo el ministerio y estando en contacto con fieles, con los cuales puede volver a ocurrir lo mismo que aquí en Paraná”. Los sacerdotes recordaron incluso, en el escrito a Maulión, “las rotundas afirmaciones de Benedicto XVI en su viaje a los Estados Unidos, al decir que no hay lugar en el sacerdocio ni en la vida religiosa, para quienes dañan a los jóvenes”. Asimismo, expresaron su preocupación por “el hecho de que el silencio de las autoridades eclesiásticas sea interpretado por nuestra feligresía como un acto de encubrimiento o complicidad. Creemos que tarde o temprano el caso va a salir a la luz y tememos por el impacto negativo que pudiera tener para la fe de nuestros creyentes y la confianza que depositan en nosotros. Nos parece que prolongar el silencio, a la larga, pueda dañar mucho más la imagen de la Iglesia en Paraná, que reconocer los sucesos y nuestra parte de responsabilidades en los mismos”. Más adelante reclamaron a Maulión “una acción que con toda claridad ponga de manifiesto nuestra profunda aversión a lo sucedido, nuestra disponibilidad a que se lleven a cabo las acciones legales pertinentes, tal como lo ha pedido el Santo Padre, en cuanto a que los responsables de estos males deben ser llevados a la Justicia y nuestro sincero empeño en que estos hechos no vuelvan a ocurrir nunca más”. Maulión se comprometió a adoptar medidas, pero, al parecer, nunca las pudo concretar, ya que se jubiló el 3 de noviembre de 2010, o sea dos meses después de ingresada la carta y fue reemplazado por monseñor Juan Puíggari –actual arzobispo de Paraná-, quien fuera prefecto del Seminario Mayor entre 1984 y 1992 y no desconocía los hechos, ya que fue él quien receptó la primera denuncia por abuso de menores en el establecimiento religioso. Pudo saberse que la próxima semana declararán otros sacerdotes y se espera la comparencia de nuevas víctimas de abuso del cura Ilarraz, quien en los últimos días sorprendió con una visita fugaz que hizo en Tucumán, en la zona de Monteros, pese a que su abogado indicó que se encontraba en Capital Federal y no pensaba moverse de allí. Otro querellante El abogado Milton Urrutia se constituyó este viernes como querellante particular en la causa que se le sigue al cura Justo José Ilarraz por corrupción de menores agravada. Se suma así a otro abogado que cumple idéntica función, Marcos Rodríguez Allende. Cada uno de ellos representa a las víctimas que hasta ahora han presentado cargos en la Justicia contra Ilarraz. “Vamos a comenzar a desandar un camino de lucha de algunas de las víctimas que han venido forjando justicia, desde hace más de 17 años en soledad, con paciencia, dentro del marco de la legalidad y esperando qué resuelve la justicia”, dijo el abogado, en declaraciones a Canal 11. Respecto de su cliente, dijo que se trata de “un joven luchador que se ha forjado su camino, su destino y desde el punto de vista psicológico (lo ocurrido) es una huella imborrable e indeleble. Es como los sacramentos, queda en la psiquis del hombre y hasta el último día de vida, en su lecho de muerte, va a tener este hecho presente”. Ahora, adelantó, está a la espera de las testimoniales “que se van a ir rindiendo, de todas las medidas que ha instruido el juez, y de que en su momento sea citado a indagatoria el padre Justo José Ilarraz”.
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