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u postura de disputas y forcejeos con el gobierno nacional le han generado a José Manuel De La Sota fuertes críticas desde el peronismo kirchnerista. Esto tuvo su expresión en la provincia donde, aliado con el bustismo, el mandatario cordobés recibió un alud de críticas de su par entrerriano Sergio Urribarri, que lo calificó como una “expresión del peronismo del pasado que fracasó”. No se puede soslayar el contexto en que se dan estas declaraciones, que es la próxima visita de De La Sota a la provincia precisamente de la mano de Busti, desde 2009 fuertemente enfrentado a la expresión entrerriana del kirchnerismo que representa Urribarri. Tras las críticas del gobernador, desde el bustismo salieron en defensa del cordobés ------------------------- Utilizar el método comparativo a veces suele resultar práctico para medir contextos, puntos de vista, gestiones, realidades. En este sentido, creemos que las palabras del gobernador de Entre Ríos, Sergio Urribarri, fueron inoportunas cuando afirmó que el gobernador de Córdoba, José Manuel De la Sota, representaba un “peronismo antiguo”. Con ello, Urribarri intentó comparar el *modelo* aplicado para gobernar del kirchnerismo entrerriano con el del cordobés. Comparativamente hablando, Entre Ríos y Córdoba son dos realidades muy diferentes, no quepan dudas y la afirmación del gobernador entrerriano ha intentado, a nuestro entender, desprestigiar la gestión de De la Sota sin conocimiento de causa y sin medir realidades. Creemos que la adjetivación planteada solo redunda en un insulto, quizás con un alto grado de desconocimiento a lo que ha sido, hasta ahora, una digna gestión de gobierno de De la Sota que ha logrado contener a la gran masa de cordobeses que pagan el costo de ser desprestigiados y corridos a un costado del reparto del Gobierno Nacional por no elegir a un representante del kirchnerismo. La forma en la que De la Sota ha aplicado su acción de gobierno ha cosechado cuantiosos beneficios para su pueblo, lo que da muestra de que es un representante leal del peronismo y el federalismo. Ejemplos de ello son que aplicando el “antiguo peronismo” –como denomina Urribarri- hoy De la Sota paga los sueldos a los jubilados el último día del mes y a los trabajadores en los primeros tres días; de hecho en este momento se encuentra negociando con los empleados aumentos salariales de acuerdo al proceso inflacionario. Además, ese mismo “peronismo antiguo” cuenta en la provincia Córdoba con el Boleto Educativo Gratuito para todos los estudiantes, docentes y no docentes que vayan a la escuela, colegios y universidades a estudiar, enseñar y trabajar. Una provincia, que sin recibir los fondos de coparticipación que debería continúa creciendo por su capacidad productiva, sus innovadoras ideas y su transparente gestión. En contraposición, el “peronismo nuevo” encarnado por Urribarri ha negado la inflación constantemente, ha aumentado desmesuradamente los impuestos y mantiene una política de sostener el modelo con el Impuesto a las Ganancias, haciéndolo tributar a los trabajadores, mientras que la renta financiera sigue sin tributar. No entendemos que tiene de modernoso aumentar las tarifas del túnel llevándolo de $ 7 a $ 10, un 43% de aumento; como tampoco pagar los pasajes de avión al elenco de “La Noche de las pistolas frías”, total a los jubilados, empleados y docentes los va arreglar con un 17% de aumento de salario y en dos cuotas. Entonces ¿Es un insulto decir que De la Sota representa al antiguo peronismo? Solo sabemos de la existencia de un peronismo, el de Perón y Evita y su causa nacional. Entendemos que tal afirmación del gobernador entrerriano resulta desprolija ya que la realidad demuestra un abismo enorme entre ambas gestiones. Da la impresión que molesta que existan gobernadores y dirigentes que pongan al pueblo por encima de los intereses superfluos e individualistas. Urribarri, al igual que otros gobernadores que militan con el relato de la “felicidad eterna”, desprestigian a quienes no piensan de esa forma, tildándolos de conservadores, derechosos y otras adjetivos que ya no están surtiendo los efectos que esperan en los laboratorios del kirchnerismo. Quizás, utilizando el método comparativo exista gente que comience a ver las diferencias entre una gestión que no recibe fondos de Nación pero que produce, crece y se actualiza salarialmente y otra, que retrasa el crecimiento colectivo por vivir en un mundo de fantasías y de negación permanente.