E

n el marco de crecientes reclamos de los gobernadores a la Casa Rosada por recursos finacieros, el mandatario entrerriano, Sergio Urribarri, volvió a mostrar su adhesión al gobierno nacional y apuntó contra los adversarios (actuales y potenciales) del kirchnerismo duro. José Manuel de la Sota, Luis Barrionuevo, Eduardo Buzzi, y hasta Daniel Scioli, entre los blancos. En referencia a su relación con el gobernador de Buenos Aires, Urribarri sostuvo que se "lleva bien" con él, aunque puso un manto de sospecha sobre su estrategia de cara al 2015. "Tenemos estilos muy distintos. Yo en política digo siempre lo que pienso, lo que me corre por las venas, jamás podría ser un tactiquero (sic). Me equivoco, es cierto, pero diciendo lo que pienso. No sé cuántos pueden saber lo que pasa por la cabeza de Daniel Scioli", indicó a la revista Pronto. "El no es expresivo -continuó-, no es elocuente, ni tiene manifestaciones públicas diciendo lo que piensa. Pero hay que reconocer que siendo así le ha ido bien. Yo soy muy distinto, no especulo con nada: lo que pienso y de lo que estoy convencido, lo que hago y lo que digo. No quiere decir que sea mejor o peor que Daniel. Digo que somos muy distintos". Eduardo Buzzi y su traición Por otra parte, el referente entrerriano criticó a alguien que también es oriundo de esa tierra, el titular de la Federación Agraria Argentina. "Eduardo Buzzi se desnudó mostrando lo que es: un disfrazado, un conservador al servicio de la Sociedad Rural que dice representar a los pequeños y medianos productores. Pero de defensor de estos últimos, no tiene absolutamente nada. Se ha puesto al servicio de los sectores más conservadores de la prensa y el campo. Cada vez que habla, más me confirma lo que pienso", fustigó. La oposición Otra de las personalidades que recibió los dardos de Urribarri fue el gobernador de la provincia de Córdoba, José Manuel de la Sota, y el gastronómico Luis Barrionuevo, quienes recientemente se juntaron en un reunión de índole política. "Ese encuentro no es por afinidad sino por desesperación, por odio. Son la expresión del pasado que fracasó dejando millones de argentinos en banda. Barrionuevo es coherente". Y concluyó: "A De la Sota las circunstancias lo pusieron a prueba en 2008, cuando la patronal agropecuaria reaccionaria se levantó porque le tocaban sus intereses. Estuvo de ese lado, después volvió, pero le tira más lo otro y ahí está con una unión contranatural".