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chepens se sacó de encima a uno de los últimos funcionarios que había heredado de la gestión de Marcelo Bisogni. Aunque el propio Agustín Bordagaray disminuya el hecho, se suma a Fernández Rousseau, Argüello, Prelat, el alejamiento voluntario de Chimento y la renuncia de Mercanzini y varios funcionarios de tercera línea que fueron eyectados de la nueva gestión municipal. Romper lanzas Con la rescisión del contrato con Marizza por la nueva Terminal, se cortaron las relaciones. El ex intendente Marcelo Bisogni decidió romper lanzas con Carlos Schepens y abiertamente se declaró en estado de guerra con la actual gestión municipal. Alejado hace tiempo de su mentor Carlos José “Teta” Scelzi, el actual diputado provincial decidió iniciar la reconstrucción de sus filas y no descarta afectar la gobernabilidad de Schepens. Las diferencias entre los sectores internos del PJ local comenzaron antes del 10 de diciembre, donde el propio Schepens reconocía tener “más diálogo con Lauritto que con el propio Bisogni”. El pacto sellado entre las partes contemplaba un periodo de seis meses, en los que los funcionarios del bisognismo tendrían asegurada la continuidad en cargos relevantes. Pero desde entonces, comenzó la sangría con sucesivos cambios que introdujo Schepens. La primera salida notoria fue la de José “Penca” Prelat, un hombre que demostró lealtad a Bisogni durante buena parte de su mandato y que fue destituido de su cargo y licenciado rápidamente. Detrás vino la afectación a uno de los pilares de Bisogni, como fue el caso de Enrique Chimento y la concreción del anunciado recorte de poder y contratos al líder de las cooperativas sociales. Atrás siguieron las renuncias de José Luis Leguiza, Ricardo Argüello y Marcelo Fernández Rousseau que se completa en estos días con la salida de Agustín Bordagaray. El nuevo bando La votación en el Concejo Deliberante para ratificar el fin del contrato con Marizza por la nueva Terminal fue clave. Las concejales bisognistas De Zan y Centurion se abstuvieron de votar, Belén Sastre faltó a la sesión y Bertellotti votó “sí, pero no”. Desde entonces, las reuniones se incrementaron en la casa de Mariano López que apenas habita hoy Bisogni. Allí confluyeron también los concejales Leonardo Blanc y Ricardo Sánchez, quienes comandan un nuevo reagrupamiento interno en el bloque oficialista, que amenaza con romper el bloque del oficialismo y partirlo en dos. En ese mismo reagrupamiento está nada menos que la viceintendenta, Ana María Díaz, quien preside el Concejo. De este modo, si las diferencias se profundizan y Bisogni pone en marcha su operativo “Retorno” para 2015, es altamente probable que conforme su propio bloque legislativo en el Concejo Deliberante. La decisión pone en dificultades a la gestión Schepens, que perdería de inmediato la mayoría automática para la aprobación de las ordenanzas que requiera, obligando al Intendente a negociar cada votación con el propio Bisogni. Entre los “leales” a Schepens quedarían unos pocos: Héctor Montenegro, Jorge Deniz, y la indefinición de Daysi Prietto y alguna otra de las mujeres que integran la bancada del oficialismo. El resto de los ediles del PJ parecen estar decididos a responder a su líder político, Marcelo Bisogni, que busca reagrupar a la tropa amenazada por los coletazos del caso de la Terminal. Los concejales del PJ, partidos en dos Las reuniones que ha mantenido Bisogni con sus hombres y mujeres vaticinan una inminente división del bloque de concejales del PJ: De un lado, las filas del bisognismo con Leonardo Blanc, Sergio Bertellotti, Ricardo Sánchez, Stella Centurión, Diana De Zan y Belén Sastre a la que se acopla la presidenta del Concejo, Ana María Díaz. Del otro lado quedan unos pocos: Montenegro, Deniz y Daysi Prietto que no ha definido su situación.