E
n una entrevista a la revista mensual X más que edita el periodista Martín Oleinizak, el empresario y ex gobernador habló de su paso por la política, la gestión en la intendencia y la gobernación, y sus emprendimientos privados. Resaltó los proyectos de su gestión como el turismo y las aguas termales; el Banco de Entre Ríos y el puente Rosario – Victoria;. Sobre este último dijo que si no se hubiese construido ese enlace, el túnel subfluvial estaría colapsado. Luego expresó: “A veces le digo a Guillermo Federik (ex secretario de Obras Públicas) que cuando me muera inicie las gestiones para que el puente se llame Reutemann – Moine, porque la verdad es que sin la figura del Lole hubiera sido imposible”. Más adelante, hizo una comparación entre la capital entrerriana y Santa Fe: “Paraná está muy marcada por el empleo público y eso la hace mediocre, la hace chata. Paraná no se logró industrializar. La fotografía del Parque Industrial es la misma que hace 30 años”, dijo el ex intendentes de Paraná entre 1987 y 1991. Y continuó: “Cuando yo estaba en la Municipalidad, el Honorable Concejo Deliberante tenía 35 empleados, incluidos los concejales. Hoy tiene 450 personas. Es una locura. Hoy no debería tener más de 10 personas en total. Esos 350 sueldos demás significan al año 5 o 6 millones de pesos”. Consultado por la ley de ajuste 8.706 que impulsó en su gobierno respondió: “Yo tengo paciencia. Algún día se va a replantear el tema del Estado”. Por otro lado, el ex gobernador también se refirió a las consecuencias que puede aparejar enfrentarse a la Nación: “Cuando te plantás ante la Nación, después no hay nada”, sostuvo, al tiempo que agregó: “Cuando (era gobernador) me planté y pasaron tres meses que no me atendían el teléfono. Me dí cuenta que yo crecí, pero no había nada para la provincia de Entre Ríos, que fue lo que sí logró Sergio Urribarri”.