D

e la redacción de INFORME DIGITAL Con la intención de hacer crecer el perfil turístico de la capital provincial, la intendenta Blanca Osuna y el gobierno provincial de Sergio Urribarri se lanzaron a la iniciativa de construir un parque acuático termal en la zona de la Toma vieja. Para eso ya se hizo el llamado a licitación al que se presentaron dos empresas y estiman que en mayo se iniciarían las tareas. Sin embargo, vale recordar que hubo dos intentos de emprendimientos similares en las gestiones de Julio Solanas y José Carlos Halle y que fueron frenados por el rechazo de organizaciones ecologistas preocupadas por el impacto ambiental. En ese sentido, en estos días hubo reclamos del Foro Ecologista, la Fundación M´Biguá, una presentación del concejal del Frente entrerriano federal (FEF) Enrique Ríos. También se expresó al respecto la ambientalista y dirigente de la Coalición Cívica, Rosa Hojman, que en diálogo con Radio F5 expresó sus inquietudes: “nos preocupan estas cuestiones inconsultas, con mucho apuro. Hablan de cambiar la matriz productiva de la ciudad pasando a una matriz turística con la cual estamos de acuerdo pero hacer un pozo termal trae consecuencias múltiples. Hay que saber cómo se va a hacer”, demandó y advirtió que “puede haber consecuencias graves y la gente sólo ve una parte de la cuestión”. Hojman consideró “fundamental” que se lleven a cabo los estudios de impacto ambiental previstos constitucionalmente y que luego se informe a la población de los resultados. También reclamó la necesidad de que dichos estudios sean realizados por “organismos independientes de los que van a hacer la perforación” y en este marco manifestó que “hay cuestiones de sentido común que no están apareciendo en nuestros gobernantes”. La ex candidata a diputada por la Coalición Cívica aseguró que no se trata de una oposición cerrada a la iniciativa: “la cuestión termal es interesante, el turismo es una industria de chimeneas blancas”, pero advirtió sobre las condiciones en que podría llevarse a cabo: “como es tan cara la perforación para obtener el agua, el tema es qué hacen con el agua que se utilizó. En realidad deberían reinyectarla y como eso cuesta lo mismo que hacer el pozo de obtención, en general la reinyectan a menor profundidad como pasa en María Grande y salinizan las napas más superficiales que son las que la gente utiliza para beber o las que se ponen en contacto con la superficie cuando sube la napa, entonces salinizan los terrenos. Otras veces tiran en los ríos. En este caso sería en el río Paraná y tendría más que ver con lo que está pasando en La Paz donde hay cambios muy importantes. Se ve en fotografías aéreas cómo se está modificando el agua en esa zona porque tiran mucho contenido salino en el río”. Asimismo, la dirigente ambientalista también argumentó sobre la necesidad de buscar alternativas creativas a la hora de pensar el desarrollo turístico. Así destacó que en otros lugares del mundo se hace por regiones y planteó buscar opciones vinculadas a los paisajes naturales, la cultura de la región y no que “cada municipio se quiere salvar con las termas que son muy caras, comprometen mucho la salud”.