L
uego de una sesión maratónica de más de quince horas en la Cámara de Diputados, el oficialismo y los bloques aliados aprobaron en general el proyecto de ley de Presupuesto de la Administración Nacional para 2014, con 134 votos a favor y 113 en contra.
La discusión se inició poco después del mediodía del miércoles, cerrando después de las 5 de la madrugada. Versó en torno a la defensa por parte del oficialismo y de los cuestionamientos de los diferentes grupos opositores.
La última oradora de la extensa sesión antes de la votación en general, fue la presidenta del bloque del Frente para la Victoria, Juliana Di Tullio. La kirchnerista señaló:"la oposición nunca acompañó al Gobierno para sancionar el presupuesto en estos diez años. Buscan poner palos en la rueda".
Según publicó el diario La Nación, a poco más de un mes para las elecciones legislativas del 27 de octubre y los diputados de la oposición aprovecharon el escenario para continuar con la puja política de la campaña. Uno de los ejemplos más claros lo marcó el diputado del GEN Gerardo Milman, quien fustigó al oficialismo y al massismo por considerar que ambos sectores utilizan "discursos bipolares". En el caso del kirchnerismo por plantear con el Presupuesto una economía en marcha y por otro lado pedir la prórroga de la emergencia económica. Mientras que en el Frente Renovador, su líder Sergio Massa, a quien no nombró, cuando fue jefe de gabinete elaboró un presupuesto similar al que se propone para 2014.
La economía según el Presupuesto
El proyecto de ley estima una pauta de crecimiento del 6,2 por ciento y un aumento del consumo del 5,7 por ciento. El porcentaje de crecimiento de la economía argentina (PBI) marcará un importante repunte, de acuerdo con las previsiones del presupuesto. En la oposición creen "inflado" el número y lo cuestionan porque implica el pago de 3800 millones de pesos del cupón atado al PBI.
Asimismo, se calcula 10,4% de inflación para 2014. Diputados opositores hablaron de un "dibujo" de este indicador.
El presupuesto 2014 también prevé un fuerte aumento en los pagos de la deuda pública, que, según la evaluación hecha desde la oposición, serán priorizados por encima de un gasto público que crecerá, en promedio, el 15,6%.
