Este sábado se reunirá en Rosario del Tala el congreso provincial del radicalismo para hacer un análisis de la derrota electoral del 27 de octubre y discutir un proyecto que plantea la “regionalización” del cónclave. Lo confirmó el presidente del congreso, Juan Carlos Arralde, quien aclaró que no está incluida en el temario la propuesta de lanzar una amnistía para aquellos afiliados que en su momento se fueron del partido. De todas formas indicó que con la aprobación de los dos tercios de los presentes el debate se puede llevar a cabo. El orden del día, además del informe del bloque legislativo y del Comité provincial, incluye dos temas: el análisis del resultado electoral de las elecciones del 27 de octubre y un proyecto que plantea la “regionalización” del congreso. Consultado acerca de las versiones que indicaban la posibilidad de que este sábado se retome la discusión sobre una posible amnistía a quienes se fueron del partido, Arralde respondió: “Ese tema no está en el orden del día, pero puede que haya algún congresal que ponga el tema sobre el tapete y se abra el debate”, dijo en declaraciones a APF. Cabe recordar que en el orden nacional se produjo una medida similar para propiciar el retorno de los llamados radicales K, algo que tuvo su expresión más emblemática con Julio Cobos, que llegó a ser vicepresidente con el kirchnerismo. En la provincia uno de los señalados es Eduardo Solari, que en 2003 compartió fórmula en el Nuevo Espacio con el peronista Martínez Garbino. Para que esto ocurra, “los dos tercios de los congresales presentes deben estar de acuerdo en dar el debate y después se verá si se aprueba o no, por mayoría simple”, manifestó. El dirigente admitió que “es un tema polémico” y al que hay que tratar “con mucha delicadeza”. Indicó que “hay muchas formas de reincorporar a los que se fueron: la amnistía es lisa y llanamente el perdón de la falta cometida, y tiene carácter general. Después están los indultos, que son el perdón de la pena pero que no borra la falta o la inconducta del afiliado en cuestión, y estos están dirigidos a personas particulares”. Otra discusión que se abrirá, si es que el tema se pone en debate, es el de “la antigüedad”, ya que habría que definir si la amnistía implica mantener los años de afiliación o volver a fojas cero. El tema es crucial porque la carta orgánica partidaria establece que hay que tener una cantidad mínima de años para estar habilitado a ser candidato (los años varían según el cargo que se pretenda ocupar: van desde cinco años de antigüedad para ser candidato a gobernador a uno para postularse a una intendencia). Si bien en un primer momento prefirió no dar su postura personal al respecto, luego Arralde expresó: “A mi me parece que se ha hecho muchísimo esfuerzo por mantener el partido, y cuesta pensar que de repente se le abra la puerta, sin condicionamientos, a gente que no titubeó a la hora de irse de la estructura partidaria y encaramarse con candidaturas en partidos ajenos”. No obstante, reconoció que “también es cierto que el radicalismo tiene que dar una señal porque se necesita de todos para volver a consolidar la fuerza y, en tal sentido, se podría decir que ésta sería una buena señal abrir las puertas y que vengan todos los que quieran estar”. Y enseguida dejó en claro: “El congreso es el que manda, si hay voluntad se debatirá y si la mayoría lo decide, se aprobará, pero que quede claro que yo no voy a hacer ningún esfuerzo para detener la voluntad de lo que la mayoría defina”, enfatizó el dirigente. Por último aclaró que “no todos los casos son idénticos” y que “hay gente que no está en el partido, pero que tampoco tiene intenciones de volver”.