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En los próximos días vamos a enviar al Parlamento un proyecto para crear nuevo código de procedimiento penal nacional que transforme el actual sistema inquisitivo en acusatorio, mucho más ágil", anunció la presidente Cristina Kirchner durante un acto en el Museo del Bicentenario transmitido por cadena nacional, en el que promulgó el Código Civil y Comercial. Para justificar su decisión, explicó: "El código actual, que data de 1991, recogió un sistema mixto que no está funcionando ni cubre las expectativas. Se estima que los procesos penales duren no menos de 4 años. Por eso la idea es brindar un mejor instrumento a través de un sistema acusatorio puro, como en Chile, donde los procesos duran entre 3 y 6 meses". También lo justificó con otras cifras. "La media mundial es 30 por ciento de procesados y 70 por ciento de condenados. En Argentina el promedio de procesados es del 65 por ciento, casi la inversa", advirtió. En otro orden, hizo algunas críticas al sistema actual, que permiten vislumbrar algunas disposiciones que tendrá el nuevo código. "El proceso sigue siendo escrito, muy ritualista, donde los jueces controlan la legalidad de su propio trabajo; los juicios orales son mínimos y replican la instrucción, no existen vías alternativas como la mediación penal, los recursos dilatan el proceso y hay saturación", observó. Asimismo, opinó que el nuevo instrumento que intentará aprobar en el Congreso tendrá en cuenta "la dignidad de la persona y la tranquilidad de la sociedad". Lo expuso así: "Si una persona es culpable, debe ser declarada culpable prontamente. Lo mismo si es inocente. No podemos tener a una persona tres, cuatro o cinco años en el sistema carcelario para decirle después si es culpable o inocente". Al término del discurso, el miembro de la Corte Suprema Eugenio Zaffaroni definió el significado de pasar de un código inquisitivo a uno acusatorio. "Implica fundamentalmente modificar la figura del juez instructor. Nosotros tenemos una historia procesal penal que no es buena. Tuvimos un sistema que tomamos de España cuando ya lo había derogado y que dejó muchos vicios. El de ahora fue un avance enorme, pero se tomó de la época del fascismo italiano y conservó al juez de instrucción, que actúa en una etapa formal y larga que se puede alargar aún más", valoró. Y concluyó: "Entonces, cuando una causa llega al juicio oral, lo que llega es lo que no se pudo defender en la instrucción. Entonces necesitamos un código ágil, pero que no sólo sea rápido, sino que la cosa salga bien".