E
n las últimas horas y luego de llegar de la reunión del Mercosur, el ministro de Economía Axel Kicillof habría decidido reducir el precio de los combustibles entre un 5 y 10% con el acuerdo del gobierno nacional. Según consigna Infobae, la decisión se da en un marco de fuerte disputa entre el funcionario y el entrerriano Miguel Galuccio, CEO DE YPF. En tanto, días atrás el Gobierno a través de la secretaria de Energía Mariana Matranga, la estatal YPF a cargo de Galuccio y las provincias petroleras integrantes de la Organización Federal de los Estados Productores de Hidrocarburos (OFEPHI) estaban negociando un nuevo precio del local del barril de petróleo que se cotiza 83 dólares frente al precio internacional de 55 dólares actuales. En la secretaria de Energía y allegados a algunos gobernadores provinciales reconocen que "se está negociando un mecanismo para evitar que la caída de los precios internacionales no afecte las ventas de la industria", pero fuentes del Ministerio de Economía han admitido que se está estudiando el tema. El problema es que una baja en el precio de los combustibles podría afectar directamente las ventas de YPF, que tiene el 60% de la venta del mercado de nafta y gasoil, por cuanto es la petrolera estatal la que se opone a la baja. Por lo que ha trascendido hasta ahora -y no ha sido desmentido por los funcionarios- las autoridades del Palacio de Hacienda piensan que una baja en el precio de los combustibles haría bajar la inflación y también podría mejorar los debilitados niveles de consumo de combustibles que, de acuerdo a los últimos datos de octubre, tuvo una caída del 1,8 por ciento. Las ventas de naftas cayeron un 2% y las del gasoil, un 1,5%, en tanto el precio de la nafta aumentó un 60% si se lo mide en términos interanuales. Como los impuestos representan hoy el 60% del precio de venta de los combustibles, existirá la posibilidad de recortar alguno de esos gravámenes para bajar los valores al público, pero esta no es una variante que prefieren los funcionarios de Economía, quienes estarían más a favor de bajar el precio regulado del crudo a nivel local de 83 dólares el barril.