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ras ser blanco de las críticas de varios dirigentes kirchneristas por asistir a evento del Grupo Clarín, el gobernador bonaerense Daniel Scioli optó por eludir la polémica y se aferró a un discurso que apunta a promover la unidad interna en el Frente para la Victoria. "Apelo a la unidad de todos los sectores del Frente para la Victoria. Les pido a mis compañeros y compañeras un espíritu amigable, de colaboración, una actitud constructiva, no destructiva, no tanta confrontación", expresó en una entrevista con el diario La Nación. No importa cuántas veces le pregunten sobre las críticas de sus compañeros. La respuesta de Scioli apunta indefectiblemente (en todos los reportajes) a desactivar cualquier enfrentamiento: "No voy a prenderme a ninguna polémica. Estoy concentrado en que la gente esté segura y tranquila. Lo importante hoy es el contexto socioeconómico. Aparte, si hay algo que caracteriza al FpV, es su vigor, que se nutre de la diversidad". En esta ocasión apenas ensayó un reclamo cuando fue consultado sobre si no le molestaba que algunos gobernadores no lo respalden públicamente cuando arrecian las críticas: "Hay veces que... (hace una pausa). Hay silencios que hablan. Aparte, yo no soy de andar pidiendo que salgan a defenderme". Pocas cosas parecen molestar al gobernador bonaerense; entre ellas se puede mencionar el hecho de que lo quieran catalogar como un dirigente que no termina de dejar en claro en qué vereda está. "Yo no tengo ninguna indefinición. Tengo definición muy clara. Con política y con un espacio político. Soy un dirigente definido y por eso soy confiable", aclaró al respecto. En cuanto al comicio que definirá quién será el sucesor de Cristina Kirchner en la Casa Rosada, Scioli consideró que "este año se debaten dos proyectos: el de la continuidad con cambio (así resume su propuesta) o el de tirar por la borda todo lo que se consiguió, que es lo que proponen Macri y Massa".