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e la redacción de INFORME DIGITAL Luego de las elecciones en la ciudad de Buenos Aires, donde el PRO logró un triunfo ajustado, periodistas políticos de los principales medios opositores analizaron cómo repercute el resultado en la campaña presidencial de Mauricio Macri. Lo columnistas de La Nación, Clarín, Perfil y El País coincidieron en que el líder del PRO esperaba un triunfo amplio para potenciar su candidatura presidencial, pero lo ajustado del resultado le quitó fortaleza. Carlos Pagni (La Nación): “Larreta venció a Martín Lousteau por sólo 3 puntos. Quiere decir que uno de los candidatos más competitivos a la Presidencia se asomó al abismo de la derrota en su propio reino. Un desenlace que anoche se festejó en La Plata, en Santa Cruz y, con un tono de autosugestión, también en Tigre. Macri debe revisar su estrategia”, escribió. El periodista agregó: “Macri deberá ahora aliviar las tensiones que afectan a su propia corriente. La ensoñación de una oferta "Pro puro", aconsejada por Durán Barba, es incompatible con la formación de una coalición. Una campaña vacía de definiciones, apostando sólo al candidato y su "círculo amarillo", tampoco hace juego con la necesidad de representar sectores sociales y tradiciones conceptuales muy diversas”. Fernando Laborda (La Nación): “Tan exigua diferencia cosechada por el candidato de Macri y futuro jefe de gobierno de la ciudad de Buenos Aires no le permitirá al postulante presidencial de Pro utilizar esta elección como el gran trampolín para el lanzamiento de su campaña nacional. Siempre se espera que quien aspira a conducir los destinos de la Nación obtenga un contundente respaldo en el distrito que gobierna y no fue el caso”. El columnista añadió que “Muchas de las propuestas presidenciales de Macri se han basado en mtrasladar al país buena parte de lo hecho en la ciudad. Semejante mensaje requería de un respaldo mucho más amplio como para transformarse en eje de la campaña presidencial”. Jorge Fernández Díaz (La Nación): “Este domingo electoral no era relevante para saber quién conduciría por cuatro años más la jefatura porteña, sino para consolidar el liderazgo más competitivo de la oposición. Visto estrictamente en estos términos, los aliados de Mauricio Macri le arruinaron su fiesta de lanzamiento nacional y arrojaron dudas sobre el desempeño general de esa alianza. Aunque echarles a ellos toda la culpa no sería justo: el ingeniero y sus muchachos trabajaron para la soledad, cayeron en purismos tal vez inconducentes, calibraron mal sus fuerzas y, aun habiendo ganado, recibieron un revés inquietante en su propio territorio”. Alejandro Rebossio (El País): “En el mítin de PRO esperaban este domingo una victoria por una diferencia mayor que sirviera para que Macri iniciara su campaña electoral con todo el ímpetu. Los primeros resultados oficiales dejaron mudos a sus militantes”. Eduardo van der Kooy (Clarín): “El candidato del PRO hizo un esfuerzo visible, subido a una tarima en Costa Salguero, para intentar transmitir felicidad por una jornada electoral que en el balance le resultó agria. Tanto que otros connotados invitados, como Carlos Reutemann, se mantuvieron detrás del telón. Para olvidarla con rapidez, el líder del PRO recurrió a un manso mensaje de campaña orientado ya hacia las presidenciales”. Santiago Fioriti (Clarín): “El jefe de Gobierno dejará de privilegiar su rol antikirchnerista, como lo ha hecho en los últimos doce años. Las últimas encuestas y el análisis que le hicieron sus estrategas revelan que la Presidenta se irá con un nivel de imagen más alto que el que pronosticaban hasta no hace tanto. Los dardos a Cristina podrían transformarse en un pérdida de tiempo. Los cuestionamientos serán hacia el Gobierno o hacia Scioli, que no vendría a representar exactamente lo mismo. Raro. Pero en eso trabajan en el PRO: en los matices que separan las palabras del eslogan “continuidad o cambio” que ellos construyeron”. Javier Calvo (Perfil): “Macri imaginaba que un triunfo cómodo en la Capital era su plataforma de despegue ideal para aterrizar en el resto del país, en especial en el Gran Buenos Aires. Los ruidos de los resultados (donde el PRO obtuvo menos votos que en las PASO) no movieron al ingeniero de su plan e intentó desde un escenario condenado al éxito darle vuelo a su candidatura presidencial con lugares comunes y poco creíbles”. German Angeli (Perfil): “Macri trabajó durante años para modificar la imagen que los porteños tenían de él: empresario de la ultraderecha, frío, "facho", vinculado al menemismo y a los '90. Así y todo, continúa siendo un político carente de carisma, no improvisa, y sus discursos siempre buscan repetir ideas: las que hay que fijar en la mente de los electores. Discurso calculado”.