E
n medio de los cierres de campaña para las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias del próximo domingo, los gobernadores aguardan con ansiedad la rúbrica con Cristina de Kirchner de una nueva tregua trimestral en los pagos de los vencimientos de deuda de las provincias con Nación. De hecho, la última reprogramación del Programa Federal de Desendeudamiento ya expiró el pasado 30 de junio, tras el acto que encabezó la Presidente en la Casa Rosada el pasado 12 de mayo. Ese día, 16 mandatarios se sumaron a la refinanciación por tres meses en los pagos, lo que les representó un estratégico ahorro de $ 1.812 millones en la antesala del desafío que significó para los Ejecutivos el compromiso de abonar el primer medio aguinaldo. Sin embargo, en aquella jornada un gobernador quedó sorpresivamente afuera del lote: en la previa a los comicios provinciales del 14 de junio en los que finalmente cosechó su reelección frente al kirchnerista Miguel Pichetto, Alberto Weretilneck sufrió el rigor de la tensión política con Balcarce 50, bajo el argumento de incumplimientos provinciales en las obligaciones para ser beneficiario de ese paraguas. Según consignó Ámbito Financiero, aún no se conoce una invitación oficial a gobernadores, por estar próxima la veda para la difusión de actos de Gobierno con fines propagandísticos. Por de pronto, hoy por hoy el ramillete de provincias beneficiadas está integrado por Buenos Aires, Entre Ríos, Chaco, San Juan, Catamarca, Mendoza, Chubut, Neuquén, Jujuy, La Rioja, Santa Cruz, Misiones, Tierra del Fuego, Corrientes, Tucumán y Salta. Ninguno de esos distritos quiere seguir en las próximas horas la senda de espinas de Río Negro. Con la prórroga en mayo del programa -lanzado en 2010, para la reestructuración de $ 64.864 millones de stock de deuda-, se amplió hasta el 30 de junio el período de gracia para deudas, con amortización de capital en 185 cuotas del 0,54% y una última del 0,10%; intereses mensuales y tasa fija del 6% anual.