E

n el primer round paritario de corte salarial, el Gobierno nacional no concretó este miércoles una oferta oficial de aumento del sueldo mínimo de los maestros ante los cinco gremios docentes con representación federal, y se dilata el acuerdo para asegurar el retorno a las aulas, a casi un mes del comienzo de clases del 29 de febrero. Los dirigentes esperaban una propuesta formal de parte del ministro de Educación Esteban Bullrich, tal como lo había prometido en el último encuentro con CTERA, UDA, SADOP, AMET y CEA. Se abrió así un cuarto intermedio y el próximo encuentro -de comisiones técnicas- será el martes a las 10, mientras que ese mismo día o el miércoles se reunirán los cinco gremios para evaluar los pasos a seguir. Este miércoles, los números brotaron sólo de boca de los dirigentes: UDA pidió llevar el salario mínimo de $ 6.060 a $ 9.060 (representa una suba del 49,5% -$ 3,000, sin incluir el incentivo docente-) y negociar no menos de 3.000 pesos en cada distrito, mientras que CTERA apuntó a los $ 8.500 (un aumento del 40,2%) y que se duplique el incentivo docente. Los sindicatos además pidieron mantener abierta la paritaria para monitorear el impacto de la inflación en junio, y discutir eventuales nuevas mejoras. "Debería haber al menos dos negociaciones por año", dijo Romero. "Hemos planteado un sueldo base de $ 8.500 más $ 520 de incentivo docente", afirmó por su parte el secretario general de SUTEBA, Roberto Baradel, además de considerar que "es bastante irreal la perspectiva inflacionaria oficial". Desde la vereda oficial, Bullrich se preocupó en enfatizar que nunca aseguró que el ofrecimiento sería de entre el 20% y el 25%, y que sólo hizo referencia a las estimaciones de inflación. Y admitió que el salario docente está "en emergencia". Sin embargo, el funcionario de Mauricio Macri sorprendió con una propuesta que, en los hechos, demora las definiciones en esta pulseada clave y amenaza con desatar tensiones con algunos gobernadores. Según Ámbito Financiero, Bullrich sugirió modificar el mecanismo de compensación financiera de Nación que beneficia hoy a siete provincias (Corrientes, Jujuy, Misiones, Formosa, San Juan, La Rioja y Santiago del Estero), y por el cual se las asiste con fondos para asegurar el pago a los maestros locales del salario mínimo, de $ 6.060. Entiende el ministro -revelaron desde los sindicatos- que algunos mandatarios redireccionaron esos recursos para otros fines (la mirada crítica habría apuntado a Jujuy, durante la gestión del justicialista Eduardo Fellner), por lo cual busca aplicar una ingeniería para subsidiar directamente el salario de cada docente que cobre menos de ese piso. En la práctica, eso significaría esquivar la intermediación de los Ejecutivos provinciales, y -afirma- una optimización de recursos que permitiría al Ministerio de Educación mejorar la oferta salarial final. De hecho, Bullrich dio a entender que si los sindicatos avalan ese retoque, el fondo se verá oxigenado y la oferta será más atractiva. Los gremios quedaron en evaluar la propuesta, aunque se escucharon voces críticas. Bullrich incluyó en la agenda además una modificación de las asignaciones familiares y la elevación a 30 mil pesos brutos del mínimo para tributar el Impuesto a las Ganancias. Las negociaciones son seguidas con lupa por los gobernadores, ya que la paritaria docente nacional es tomada como referencia para encarar luego las discusiones con los maestros locales. Por caso, este jueves a las 17, el gobierno de Entre Ríos recibe en reunión paritaria a los gremios docentes de Agmer, UDA, AMET y Sadop.