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l cuerpo legislativo municipal sancionó por unanimidad la modificación del Artículo 7º de la Ordenanza Nº 9365 de Presupuesto 2016 por el que se incorporan al Presupuesto General de la Administración Municipal, 980 contratos de locación de obra y 80 contratos horas cátedras, que no habían sido contempladas en dicha ordenanza aprobada el 29 de diciembre pasado. Presidida por la viceintendenta de Paraná, Josefina Etienot, y con las presencia del secretario del Honorable Concejo Deliberante, Rodrigo Devinar, y catorce de los quince concejales (estuvo ausente con aviso previo la edil Cristina Sosa), la sesión extraordinaria comenzó a las 18:30 con el objetivo de tratar la modificación del Presupuesto 2016, que oportunamente el jefe comunal Sergio Varisco elevara a consideración de la Legislatura paranaense y esta le diera la sanción correspondiente. Según se indicó en un comunicado enviado a INFORME DIGITAL, la modificación que trató el plenario a instancia del Departamento Ejecutivo, estableció la incorporación en el artículo 7º del Presupuesto General de la Administración Municipal de este año los contratos por locación de obras (980) y las horas cátedra (80), que no habían sido contemplados en el presupuesto remitido por el Ejecutivo. De este modo se posibilita al Departamento Ejecutivo contar con el tiempo necesario para la promulgación de la norma y en consecuencia adoptar las medidas administrativo-contables para el pago en tiempo y forma de dichos rubros. En este marco, el edil Carlos González (Cambiemos), explicó: “sometimos a tratamiento el artículo séptimo de la ordenanza de presupuesto que determinaba cantidades para contratos de locación de servicio y planta permanente pero no determinaba otras modalidades laborales porque al momento de elaboración del presupuesto 2016, que nosotros presentamos, no estaban determinadas ya que recién habíamos asumido y no tuvimos la información durante la transición de la totalidad de la planta ni sus características laborales”. Al mismo tiempo, el edil añadió que eso motivó que “no se definieran las dos categorías laborales, locación de obras y horas cátedras; la idea era terminar con esta última modalidad laboral pero no se pudo evitar que había contratos que venían cumpliéndose, que todavía tienen algún tiempo más de ejecución, y había que salvaguardar la posibilidad que cobraran sus salarios”.