E
l duro discurso de Mauricio Macri contra los doce años de gobierno kirchnerista en el marco de la apertura de las sesiones ante la Asamblea Legislativa dejó en una incómoda posición a los legisladores y gobernadores del peronismo “racional”, que salieron enojados del Congreso porque el Presidente no tuvo ni la más mínima contemplación. El problema para Macri es que necesita de esos sectores del peronismo racional, tanto gobernadores como legisladores, para derogar la ley cerrojo y pagarle a los fondos buitres y aprobar los nuevos jueces de la Corte Suprema, entre otros temas sensibles. Pero el más urgente es el vinculado al conflicto con los "holdouts", ya que el juez Griesa obligó al Gobierno argentino a una rápida derogación de esa norma, de lo contrario se caerá el acuerdo. Los legisladores peronistas (incluidos los del Bloque Justicialista de Diego Bossio) ya habían dado varias señales de facilitar la derogación, sino con el voto al menos dando quórum. Lo hacen básicamente porque los gobernadores necesitan que se levante el default para conseguir fondos en el exterior a tasas más bajas. Pero esa posición racional choca con la idea del kirchnerismo duro de no dar quórum y boicotear el intento de derogar la ley. A todos por igual Ahora, el crudo discurso de Macri los dejó con poco margen para mantener esa posición intermedia. “Eliminó los grises, nos deja en una posición política muy complicada”, se quejaban luego de la sesión legisladores pejotistas, que ahora tendrán más presión de La Cámpora y el kirchnerismo duro. En ese sentido, lamentaban que Macri no rescatara al menos algunas de las políticas de los doce años del kirchnerismo, ni siquiera las que él mismo había reconocido en campaña. Es por eso que creen que le faltó habilidad política para no meterlos en la misma bolsa que a Cristina y La Cámpora, aunque más no sea para que puedan tener una excusa para justificar su posición “racional”. Incluso, las duras críticas de Macri salpicaron feo a los gobernadores y algunos referentes del espacio, como Bossio, ex titular de la Anses, y el propio Sergio Massa, que fue jefe de Gabinete y también director de Anses en el kirchnerismo. Minoría parlamentaria Los peronistas creen que esa falta de muñeca política de Macri quedó muy evidencia en el momento más caliente del discurso, cuando La Cámpora hizo un berrinche grande y los legisladores de Cambiemos se pararon para aplaudir. “Eran exactamente un tercio del recinto”, recalcan. Es decir, solos no pueden sacar ninguna ley importante, necesitan sí o sí del Frente Renovador en Diputados y del peronismo en el Senado. Aunque la intención sigue siendo no trabar este tema, los legisladores del peronismo creen que el discurso de Macri podría haberse convertido en un motivo para oponerse a levantar la ley cerrojo y complicarle la gestión. Es decir, ponerse en el mismo lugar de La Cámpora y el kirchnerismo duro. Por ahora, solamente los pone en una posición más dura para negociar. El tema, informó La Política Online, será tratado este miércoles en una reunión entre los gobernadores y los legisladores peronistas, donde además se hablará de otras cuestiones que fastidian a los “racionales”. La primera y más urgente preocupación es que no aparecen los fondos para obras que varias veces les prometió el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, como una forma de aplacar los reclamos por la coparticipación. Sobre este particular se expidió el propio entrerriano Gustavo Bordet, quien le reclmaó públicamente a Macri "el gobierno nacional debe garantizar la reactivación de las obras públicas".